Más de 300 presos políticos están en huelga de hambre en las cárceles de Turquía y Kurdistán para exigir el fin del aislamiento contra el representante del pueblo kurdo Abdullah Öcalan.

Uno de estos presos es Umut Çamlibel, que lleva 90 días en huelga de hambre en la prisión tipo F de Kandira. En la conversación telefónica semanal con su familia, Çamlibel consiguió informar sobre la huelga de hambre a pesar de la intervención de la administración penitenciaria. Dijo que ayunarán hasta que se cumpla su reivindicación.

"No importa el precio..."

Çamlibel, cuya voz fue grabada por la familia, dijo que los presos continúan su resistencia con gran determinación y voluntad. Çamlibel afirmó que tienen buenos ánimos. "Nuestros amigos saben que nuestro pueblo no aceptará el aislamiento, como nunca lo han hecho. Esta resistencia ganará sin lugar a dudas. Porque tenemos razón y nos fortalecemos sabiendo que la tenemos".

Todos deben unirse a la resistencia

Çamlibel añadió: "Todos los círculos democráticos y socialistas tienen que ser la voz de esta resistencia. Esta resistencia tiene que aumentar. Porque nuestra resistencia es en defensa de la humanidad. Todo el mundo tiene que defender su dignidad. Continuaremos nuestra resistencia hasta la victoria".