Las autoridades turcas utilizan la "agenda para las negociaciones" presentada al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en 2009 como justificación para la prohibición de las visitas del equipo de abogados de Abdullah Öcalan.
El viernes se supo que se otorgó una prohibición de visita de seis meses a la isla prisión de Imrali al equipo de abogados de Abdullah Öcalan, Ömer Hayri Konar, Veysi Aktaş y Hamili Yıldırım.
La orden fue emitida el 23 de septiembre por la Segunda Oficina de Ejecución en Bursa a solicitud de la Fiscalía General. La prohibición se basa en las sanciones disciplinarias impuestas a los presos entre 2005 y 2009 y en la decisión de la Junta Disciplinaria Penitenciaria sobre la "agenda para las negociaciones" de 156 páginas redactada por Abdullah Öcalan en 2009, que se presentó al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) como alegato.
Se han tomado decisiones similares en repetidas ocasiones para evitar reuniones con los clientes del equipo de defensa de la Oficina de Abogados de Asrin. La última resolución es la quinta prohibición de visitas emitida desde julio de 2016.
Entre julio de 2011 y mayo de 2019, no se celebró ninguna reunión con Öcalan. El aislamiento solo pudo romperse el año pasado con la huelga de hambre iniciada por Leyla Güven.
La delegación de Imrali, que pudo mantener conversaciones con Öcalan en el marco de las negociaciones de paz, no ha podido visitar la isla prisión desde abril de 2015. Desde la última visita del equipo de abogados el 7 de agosto de 2019, las autoridades turcas no han respondido a ninguna de las continuas solicitudes de visitas.
"La agend para las negociaciones"
La agenda presentada por Abdullah Öcalan en 2009 es un documento excepcional. Formó el núcleo del proceso de diálogo entre Abdullah Öcalan y el estado turco, que comenzó en 2009 y se interrumpió a mediados de 2011. También es de vital importancia para todas las conversaciones futuras.
En la breve descripción de la iniciativa internacional "Libertad para Öcalan - Paz en Kurdistán", el libro dice:
"Öcalan define aquí los pasos necesarios para el inicio de un proceso de paz real. Al mismo tiempo, esboza una solución real a la cuestión kurda. Más allá de los modelos de solución tradicionales como la estadidad o la autonomía territorial, dibuja la visión de una nación democrática y una patria común para todos los estados donde viven los kurdos, para todo el Medio Oriente. Al invalidar los argumentos convencionales, crea elementos para la reflexión de todas las partes en el conflicto.
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