Los kurdos y sus aliados han estado protestando en Kurdistán y en todo el mundo durante días contra la conspiración internacional que llevó al secuestro del líder kurdo Abdullah Öcalan en Kenia y su entrega a Turquía el 15 de febrero de 1999.

Las y los kurdos salieron a las calles de Copenhague para condenar la conspiración internacional y exigir la libertad de Abdullah Öcalan, que se encuentra recluido en total aislamiento en la prisión de la isla de Imrali y del que no se sabe nada desde hace tres años y se le niega cualquier forma de contacto con sus abogados y su familia.

La marcha comenzó en la plaza Synemollen con un minuto de silencio. Cüneyt Caniş, abogado del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan, pronunció un discurso en la manifestación y afirmó que la solución a la cuestión kurda sólo es posible con la libertad de Abdullah Öcalan.

La marcha se desarrolló en el recorrido del Consulado de Turquía, el Edificio de las Naciones Unidas, el Consulado de Estados Unidos y el Consulado de Francia.

Frente al consulado turco, Kek İbo Pirsus pronunció un discurso en nombre del Centro de la Comunidad Democrática Kurda, condenando la conspiración y subrayando que la lucha continuará hasta que el líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan sea liberado. Ante la representación de la ONU se leyó una declaración sobre la conspiración y las demandas del pueblo kurdo.