Protestas en Basora van creciendo y exigen la renuncia de al-Abadi

Las protestas en Basora comenzaron el 3 de julio y se extendieron rápidamente a otras partes del país.

La gente ha estado condenando la corrupción y protestando contra la escasez y los recortes de energía y agua, y reiterando sus problemas con el empleo.

Las manifestaciones se han vuelto violentas y desde principios de julio al menos 27 personas han perdido la vida.

La reacción del gobierno iraquí ha sido imponer un toque de queda, pero a pesar de eso la gente ha permanecido en las calles. Irak aún no ha formado el nuevo gobierno después de celebrar unas elecciones generales muy disputadas el 12 de mayo.

El sábado, las fuerzas de seguridad han matado a dos manifestantes y dejó heridos a 35. Las presiones están creciendo en el Parlamento entre los partidos. En particular ganador de las elecciones, el clérigo chiita Muqtada al-Sadr (que ganó en coalición con el Partido Comunista de Iraq) ha exigido la renuncia del primer ministro Haider al-Abadi, por los disturbios en Basora.

En la sesión de emergencia del parlamento el sábado, la coalición de Sairoon encabezada por al-Sadr le pidió a Al-Abadi que renunciara.

Ahmed al-Assadi, portavoz de la segunda lista más grande de Fateh Alliance, también expuso "el fracaso del gobierno para resolver la crisis en Basora".

Respondiendo a las críticas, al-Abadi dijo que los disturbios en Basora son de hecho un "sabotaje político".

Las cosas se intensificaron en Basora el martes, cuando los manifestantes incendiaron edificios gubernamentales, pero también el consulado iraní y las oficinas de milicias y partidos partidarios de Teherán.

La hospitalización de 30,000 personas que habían bebido agua contaminada había agregado combustible al fuego.

El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Bahram Qasemi, lamentó el ataque al consulado y dijo que era una "violación de los protocolos" y que el gobierno iraquí tenía una responsabilidad crucial en la protección de los sitios diplomáticos.