Según la información obtenida por la ONG Derechos Humanos de Irán, al menos 304 personas, entre ellas 41 menores, han muerto a manos de las fuerzas de seguridad en las protestas que se han producido en todo el país hasta la fecha.
De los 41 menores, nueve eran niñas y tres eran de nacionalidad afgana.
Número de muertos por provincia
Las y los manifestantes han sido asesinados en 22 provincias, y la mayoría de los casos se han registrado en Sistán y Baluchistán, Mazandaran, Teherán, Kurdistán y Gilan, respectivamente.
Se han registrado muertes en 21 provincias: Sistán y Baluchistán: 118 personas; Mazandarán: 33 personas; Teherán: 30 personas; Kurdistán: 26 personas; Gilan: 22 personas; Azerbaiyán Occidental: 21 personas; Kermanshah: 13 personas; Alborz: 9 personas; Khorasan-Razavi: 4 personas; Isfahan: 4 personas; Zanjan: 4 personas; Lorestan: 2 personas; Markazi: 2 personas; Qazvin: 2 personas; Kohgiluyeh y Boyer Ahmad: 2 personas; Azerbaiyán Oriental: 2 personas; Ardabil: 2 personas; Ilam: 2 personas; Khuzestan: 2 personas; Hamedan: 2 personas; Bushehr: 1 persona; Semnan: 1 persona.
El mayor número de muertes se registró los días 21, 22 y 30 de septiembre (el "viernes sangriento" de Baluchistán). El 4 de noviembre fue el día más sangriento de este mes, con 16 muertes registradas.
Las y los detenidos corren el riesgo de ser condenados a duras penas
Según informes oficiales, decenas de manifestantes han sido acusados de los cargos relacionados con la seguridad de moharebeh (enemistad con Dios) y efsad-fil-arz (corrupción en la tierra), que conllevan la pena de muerte. La historia de la República Islámica y las pruebas actuales indican que pretenden utilizar la pena de muerte como herramienta de represión política para intimidar a su oposición.