A lo largo de las cuatro semanas que han transcurrido desde la muerte de Mahsa Amini, Irán ha experimentado las protestas antigubernamentales más importantes en los últimos años.
Las manifestaciones son consideradas como una gran amenaza para el gobierno religioso, que ha respondido con fuerza debido a que se han extendido como nunca antes entre la nueva generación de mujeres y niñas iraníes, cuyos padres y abuelos intentaron sin éxito cambiar el sistema desde adentro.
Las redes sociales están llenas de videos que muestran a mujeres arrancando, rompiendo y quemando la foto del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei.
“Si no nos unimos, una a una, nos convertiremos en la próxima Mahsa Amini”, es una de sus consignas, en referencia a la joven que murió bajo custodia policial tras supuestamente llevar el velo de forma “inadecuada”.
Como parte de un día de cobertura especial, el reportero persa de la BBC, Behrang Tajdin, y la veterana corresponsal internacional en jefe, Lyse Doucet, respondieron preguntas de la audiencia sobre lo que está ocurriendo en Irán y por qué.
¿Quién lidera las protestas?
-Behrang Tajdin: La respuesta corta es que no hay una sola figura o grupo político que lidere las protestas. Están dirigidas por mujeres iraníes que están hartas de que el Estado intente controlar todos los aspectos de sus vidas, incluida la ropa.
Los cánticos que más se escuchan son: “Mujer, vida, libertad” y “Muerte al dictador”, en referencia al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei.
Lo que une a todos estos grupos es el deseo de un cambio fundamental en la República Islámica, su naturaleza no democrática y sus políticas impulsadas por la ideología.
¿Qué parte de la población iraní apoya las protestas?
-Behrang Tajdin: Estas protestas en realidad no comenzaron entre los estudiantes ni en la capital de Teherán. Empezaron en la ciudad de Saqqez, en la provincia de Kurdistán, y se extendieron como la pólvora.
Hemos visto protestas entre estudiantes, personas en ciudades más grandes e incluso pueblos más pequeños, generalmente conservadores. En las zonas más prósperas de las ciudades, así como en las comunidades más pobres.
Es muy difícil medir exactamente qué proporción de la población apoya las protestas o simpatiza con ellas. Sin embargo, la evidencia sugiere que son el conjunto de protestas con más apoyo que hemos visto en los últimos años en Irán, y que el apoyo proviene de una gama muy amplia de personas en todo el país y la sociedad.
¿Por qué no hay más cobertura de prensa y reacción internacional?
-Lyse Doucet: Muchos gobiernos occidentales han emitido declaraciones enérgicas condenando la represión de las protestas.
También han impuesto nuevas sanciones. Gran Bretaña, por ejemplo, ha sancionado a la policía moral de Irán, así como a cinco importantes funcionarios políticos y de seguridad.
Sin embargo, hay pocos medios extranjeros con sede en Irán. Ellos, al igual que los periodistas iraníes, operan bajo restricciones aunque se mantienen informando.
Muchos medios, incluida la BBC, quieren desplegar periodistas para informar sobre esta historia, pero no pueden obtener visas. Así que dependemos de los videos y las cuentas que los iraníes puedan enviar por medio de un servicio de internet muy restringido.
¿Son las protestas síntomas de un distanciamiento más amplio de la religión?
-Behrang Tajdin: En las últimas dos décadas, Irán se ha convertido en una sociedad mucho menos religiosa, en parte como una reacción violenta a la interpretación estricta del Islam chiíta defendida por el Estado y su imposición contundente a la población.
La creciente negativa a adherirse a los valores islámicos fue una de las razones por las que se creó, en primer lugar, la policía de la moral.
En general, cuanto más intenta la República Islámica implementar valores religiosos e invertir dinero público en organizaciones y festivales religiosos, más se desilusionan los iraníes y se alejan de estos valores.
También vale la pena señalar que, según la ley, está estrictamente prohibido alejarse del Islam hacia el ateísmo, o incluso otras religiones, y podría ser castigado con la muerte. Por lo tanto, casi nunca se ve a nadie expresando públicamente tales puntos de vista.
¿Puede la policía o el ejército unirse a las protestas?
-Lyse Doucet y Behrang Tajdin: Irán es una nación de casi 90 millones de personas que tienen puntos de vista diferentes, como todos los países. Esto incluye a las fuerzas de seguridad.
Es difícil conocer qué piensan ahora, en medio de estas protestas. Algunos permanecerán ferozmente leales, porque su futuro está ligado al futuro de la República Islámica. Algunos pueden cuestionar la represión que deben ejecutar.
Hasta el momento, no se ha desplegado el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de élite más leal. Pero muchos se preguntan qué sucede si se desata todo el peso de las fuerzas de seguridad de Irán: ¿realmente querrían atacar a multitudes de mujeres jóvenes y ancianas, hombres de todos los ámbitos de la vida?
Incluso pueden tener familiares que simpaticen con algunas de las demandas de los manifestantes.
Es probable que haya personas dentro de la policía y otros cuerpos de seguridad que simpaticen con las protestas, pero es poco probable que puedan demostrarlo, ya que el castigo podría ser severo.
Para unirse a la policía o a los servicios de seguridad, deben demostrar que son religiosos, leales a la República Islámica y que creen en sus “valores revolucionarios”.
Algunos miembros de alto rango del gobierno han expresado su preocupación por el uso de la fuerza, por restricciones como el hiyab obligatorio o cubrirse la cabeza.
Pero no sabemos cuán profunda es esta crítica.
¿Hay grupos de derechos humanos actualmente en Irán?
-Behrang Tajdin: No, están monitoreando la situación desde el extranjero.
Irán sospecha de las organizaciones no gubernamentales, incluso de las nacionales. A menudo las acusa de espionaje, de socavar la seguridad nacional y conspirar para derrocar al gobierno.
Eso hace que sea casi imposible que el grupo de derechos humanos trabaje en Irán de forma independiente y segura.
¿Cómo puede la comunidad internacional ayudar a los iraníes?
-Lyse Doucet: Como periodistas de la BBC, no haríamos recomendaciones en apoyo de movimientos políticos. Pero muchas organizaciones de derechos humanos y otras de la sociedad civil están haciendo sugerencias, puedo mencionar algunas acciones tomadas por gobiernos o empresas.
Una forma en que el gobierno de Estados Unidos está tratando de ayudar es facilitar que los iraníes, ahora aislados de internet, accedan a plataformas y servicios en línea.
El Tesoro estadounidense ha emitido una nueva Licencia General D-2, que permite exenciones en las sanciones contra Irán para garantizar que las empresas tecnológicas globales no las violen.
Elon Musk ha activado su red de internet por satélite, Starlink, en Irán para ofrecer acceso a la red sin censura, aunque los iraníes necesitan obtener terminales especiales que presentan otros riesgos. Otras empresas, como Google y Signal, ahora ofrecen VPN (redes privadas virtuales) para eludir la red iraní.
¿Podrían las protestas conducir realmente a un cambio de régimen?
-Lyse Doucet: Algunos altos funcionarios han expresado su preocupación por la represión, pero su línea roja es la supervivencia de la República Islámica.
Ha habido muchas protestas anteriormente en Irán, por temas que van desde la escasez de agua, el aumento de los precios, el hiyab obligatorio. Las manifestaciones por la situación económica en 2019 fueron mucho mayores, pero esta ola ha atraído a muchos sectores de la sociedad.
Las autoridades quizás crean que pueden lidiar con esta situación, tal como lo han hecho en el pasado. El líder supremo ha dicho que algunos manifestantes pueden ser tratados con “medios culturales” o reeducación. Otros serían castigados con medidas judiciales o de seguridad.
Pero muchos de los manifestantes tienen menos de 25 años, una muestra de los profundos cambios sociales que están ocurriendo en Irán.
Como dijo el analista Vali Nasr: “En lugar de un cambio de régimen, puede haber cambios en el régimen”, si aceptan que la fuente de esta protesta está dentro de Irán y no fuera, en los países occidentales a los que ahora culpan.
En el pasado, las protestas en Irán finalmente se calmaron después de una gran represión por parte de las fuerzas de seguridad.
Hemos visto, en otras oleadas como el levantamiento en muchos países del Medio Oriente que llegó a conocerse como la Primavera Árabe, que las protestas sin líderes de una generación joven pueden ser secuestradas por elementos más organizados, incluidos militares y movimientos islamistas. El futuro de esta ola de protestas es aún muy incierto.
FUENTE: Lyse Doucet y Behrang Tajdin / BBC Mundo/ Edición: Kurdistán América Latina