En la prisión cerrada de tipo Maraş Elbistan E, los pabellones fueron asaltados y los presos fueron torturados. Se declaró que en las redadas, realizadas por orden del Ministerio de Justicia, los presos que se oponían a la violencia fueron puestos en celdas de aislamiento. Tres prisioneros fueron llevados al hospital.

Kemal Demirbaş (48), que lleva 28 años en la cárcel, dijo a su familia que las personas que les torturaron no eran guardias, sino personas traídas de fuera, y añadió: "Personas que se presentaron como contraguerrilleros asaltaron los pabellones. Nos pusieron en el suelo y nos esposaron a todos por la espalda. Nos decían que nos rindiéramos. Tememos por nuestras vidas". Muchos amigos fueron deportados después de la redada y a muchos los metieron en celdas de aislamiento."

Demirbaş exigió que se enviara una delegación a la prisión.

Las familias de otros dos presos recluidos en la misma cárcel también se dirigieron a la Sección Maraş de la Asociación de Derechos Humanos (IHD) con la misma petición.

Deportación tras la tortura

No se revelaron los nombres de los presos que fueron llevados al hospital como consecuencia de las torturas, pero se supo que Abdo Şeyho fue deportado a la cárcel de Maraş nº 1, mientras que un preso llamado Abdullah Hasan fue deportado a la cárcel de Erzurum. No se pudo obtener información sobre cuántos detenidos en total fueron trasladados a diferentes prisiones contra su voluntad.

Los presos, que llamaron por teléfono a sus familias en la misma prisión el 6 de agosto, afirmaron que fueron amenazados de muerte y que los soldados dispararon balas al aire acondicionado.