Los días 6 y 7 de septiembre se realizaron las Jornadas Internacionales de Acción de la campaña Riseup4Rojava, bajo el lema "Bloquear. Ocupar. Desorganizar". En Italia, Suecia, Alemania, Suiza, Gran Bretaña y Cataluña, se realizaron varias acciones contra compañías de armas, instituciones financieras y otros generadores de ganancias de guerra, que apoyan al estado fascista turco en sus planes de ocupación en Kurdistán, mediante el suministro de armas o inversiones. Además, hubo manifestaciones, marchas y mensajes de solidaridad en todo el mundo con Rojava y contra la política fascista de Turquía.

Simultáneamente, la campaña Mujeres en defensa de Rojava se unieron y eso fortaleció el llamado a los Días internacionales de acción, ya que la solidaridad de las mujeres con la revolución de Rojava estuvo muy presente durante todo el fin de semana, y constituyó otro frente contra el fascismo turco, al confrontar el sistema patriarcal internacional, su mentalidad, y cómo se conecta con la guerra.

También estuvo presente la campaña Make Rojava Green Again que estuvo activa durante todo el fin de semana, estableciendo conexiones entre el sistema capitalista y la destrucción climática y la guerra.

Acciones decisivas contra compañías armamentistas, instituciones financieras y lucrativos de la guerra

En Brescia, norte de Italia, se compartió información sobre varios actores de la máquina de guerra imperialista. El viernes se realizó una intervención artística para visibilizar la responsabilidad del UniCredit Bank y la compañía de armas Leonardo. Con sangre artificial, bolsas para cadáveres y volantes, quedó claro qué papel tienen ambas compañías en la muerte y el sufrimiento de innumerables personas. La compañía de armas Leonardo está involucrada en la producción del helicóptero de ataque turco ATAK. UniCredit por su parte, como el banco más grande de Italia, gana dinero no solo a través de numerosas inversiones en la economía turca, sino que también participa directamente en el financiamiento de varios productores de armas a través de préstamos, bonos y fondos. Los activistas bloquearon la sucursal del banco en Sicilia el sábado y luego marcharon por la ciudad con pancartas. En Brescia el sábado, la base de la OTAN allí, estuvo bloqueada durante varias horas. Los manifestantes marcharon contra las políticas asesinas, imperialistas y terroristas de la OTAN y Turquía.

Al mismo tiempo, hubo bloqueos en el norte de Alemania y Londres. En Unterlüß, Alemania, se bloqueó el acceso a la fábrica Rheinmetall durante casi 10 horas. Más de 300 personas, que habían estado protestando contra Rheinmetall durante días, se reunieron temprano en la mañana en las entradas de la fábrica y lograron así evitar que los empleados llegaran a su lugar de trabajo. Rheinmetall tuvo que interrumpir la producción de armas por un día. Entre otras cosas, los manifestantes llamaron la atención sobre el importante papel de Rheinmetall en la producción del tanque Leopard 2, que Turquía utilizó en Afrin para expulsar y asesinar a las personas que vivían allí.

También hubo protestas contra los generadores de ganancias de guerra en Munich. Con el lema "Por la protección del clima y la paz", se realizaron protestas contra Daimler, cuya producción de automóviles no solo juega un papel importante en la crisis climática, sino que también suministra vehículos de transporte militar a Turquía.

En Londres, numerosas personas bloquearon el sitio del DSEI, la feria de armas más grande del mundo. La feria bienal es la más grande de su tipo. Miles de empresas de todo el mundo se reúnen allí para vender sus productos mortales a tantos países y empresas como sea posible. La feria está patrocinada no solo por las empresas más grandes de la industria, sino también por los gobiernos. Además de Gran Bretaña, Turquía también es uno de los mayores financistas de la feria. Los bloqueadores lograron bloquear el acceso al recinto ferial durante dos días y retrasaron considerablemente la construcción de la exposición.

Activistas de Cataluña también participaron en los días de acción. En Prats de Lluçanès, una comunidad en la Comarca de Osona, los activistas expropiaron una granja de CaixaBank y dedicaron su acción a la revolución de Rojava. En Barcelona, ​​se realizaron manifestaciones contra la empresa española Indra, que produce tecnología de la información para sistemas de armas. La manifestación marchó por el centro de la ciudad hasta la sede de la compañía de armas.

Rheinmetall también atrajo la atención en Suiza. Con volantes y carteles se proporcionó información sobre la realidad de la guerra apoyada por Rheinmetall. Hubo manifestaciones en Zurich contra la compañía de armas RUAG y en Lucerna contra Andritz. Andritz gana dinero de la represa Ilısu, un proyecto de represa que no solo tendrá consecuencias ecológicas devastadoras, sino que también borraría parte de la memoria de la humanidad. La presa resultante inundará importantes sitios arqueológicos como Hasankeyf y recrudecerá la drástica escasez de agua en el norte de Siria e Irak.

En Suecia, se llevaron a cabo campañas educativas para la población y los empleados de las empresas SCANIA y SAAB en tres ciudades para informar sobre su participación en la ofensiva turca. En Estocolmo, Malmö y Helsingborg, se distribuyeron volantes y carteles y pancartas llamaron la atención sobre la responsabilidad de las empresas. En cooperación con empresas turcas, SCANIA produce un transportador para tanques y motores para vehículos de infantería. SAAB apoya a Turquía en el desarrollo de un nuevo avión de combate y un sistema de misiles.

Otras acciones tuvieron lugar en todo el mundo. Desde Argentina hasta Rojava, desde Finlandia hasta la República Checa, desde Grecia hasta Brasil y Australia, personas de todo el mundo mostraron su solidaridad con el pueblo de Rojava. Hubo más manifestaciones y marchas en Bari, Atenas, Basilea, Madrid y Colonia, así como acciones en Indiana, Rojava, Cracovia, Finlandia, Fortaleza-Ceará, Río de Janeiro, Argentina, Perth, Ioannina, Volos, Bilbao, Durango, Gotemburgo, Oslo, Ginebra, Milán, Cremona, Roma y Florencia. Según se recabó hubo al menos 48 acciones en 16 países.