“El territorio de la central nuclear de Zaporizhzhia ha sido ocupado por las fuerzas armadas de la Federación Rusa. El personal de la central controla los bloques de energía y se asegura de que funcionen de acuerdo con los requisitos de los reglamentos técnicos de seguridad operativa”, ha declarado la administración de la central en un comunicado.

La central de Zaporizhzhia está en el sureste de la capital de Ucrania, Kiev. Antes de la toma de la central nuclear, se llevó a cabo un ataque aéreo ruso que provocó un gran incendio. Kiev acusó a Moscú de “terrorismo nuclear”.

La operación militar rusa se inició el 24 de febrero. Las partes se reunieron el jueves para la segunda ronda de conversaciones de negociación en la frontera bielorrusa. Funcionarios ucranianos dijeron que durante la reunión se discutió un “corredor humanitario” para la evacuación de civiles de las zonas de conflicto.

Macron: “Lo peor está por llegar”

Ese mismo día, el presidente francés Emmanuel Macron mantuvo una conversación telefónica tanto con el presidente ruso Vladimir Putin como con su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelenski. Macron declaró entonces: “Lo peor está por llegar”. Putin dijo que Rusia está “decidida” a continuar la operación. Según Macron, el objetivo es poner todo el país bajo control ruso.

El miércoles por la noche, Rusia tomó su primera gran ciudad en Ucrania, Jerson, una capital regional de 300.000 habitantes a orillas del Mar Negro, tras una semana de combates. Mientras continúa el bombardeo de otras ciudades, las fuerzas rusas están rodeando la capital, Kiev.

Según las Naciones Unidas, más de un millón de ucranianos se han refugiado ya en los países vecinos desde el comienzo de la guerra.