Nueve años después del asesinato de Sakine Cansız (Sara), Fidan Doğan (Rojbîn) y Leyla Şaylemez (Ronahî) a manos del servicio secreto turco MIT, el 9 de enero de 2013, amigos, familiares y personas solidarias se reunieron frente a la Oficina de Información del Kurdistán en la calle la Fayette de París, lugar del crimen, para recordar a las tres revolucionarias kurdas. Con un minuto de silencio, flores y velas, se recordó a las mujeres y se reiteró la demanda de justicia. "Mientras la justicia permanezca en la oscuridad, Francia es culpable", dijo Nûpel Munzur, del Movimiento de Mujeres Kurdas en Europa (TJK-E), en referencia al bloqueo estatal de la investigación de los asesinatos.

"Conocemos a los asesinos de las mujeres kurdas desde Dersim. También los conocimos en Maraş, Cizre, Silopi y muchas otras partes del Kurdistán. Sabemos que el triple asesinato de París fue ordenado por la dictadura de Erdoğan. Se insta a los políticos y autoridades de Francia a que dejen de negarse a investigar a fondo estos asesinatos. El gobierno debe trabajar para que se condene a quienes están detrás de los asesinatos. Si se niega a hacerlo, Francia es igualmente responsable de la muerte de nuestros amigos", continuó Munzur.

El activista Agit Polat, de la organización paraguas kurda CDK-F, calificó de "vergüenza" que no se haya hecho justicia con las tres mujeres kurdas ni siquiera nueve años después del triple asesinato. "Hay que poner fin inmediatamente a esta injusticia. Pedimos al gobierno de este país que dé marcha atrás en su camino equivocado".

La activista francesa Sylvie Jan, de la asociación de solidaridad Francia-Kurdistán, también participó en la ceremonia de conmemoración. Describió sus sentimientos diciendo: "Cada vez que se acerca esta fecha, vuelve el profundo dolor de la pérdida de nuestros amigos. Desde el primer día, los kurdos reclaman justicia. Muchas personas y organizaciones se han unido a su demanda y cada vez son más las que se suman. La falta de justicia para Sakine Cansız, Fidan Doğan y Leyla Şaylemez es un grave problema democrático para Francia. Por lo tanto, la lucha por la justicia no es sólo la de la sociedad kurda, sino también la de la sociedad francesa."

Al final de la ceremonia, la cantante kurda Nuarin interpretó la canción "Sê Jinên Azad" (Tres mujeres libres).