Desde hace 30 días, diputados y diputadas del grupo parlamentario Partido Democrático de los Pueblos (HDP) protestan para que se levante el aislamiento total que pesa contra el líder político kurdo Abdullah Öcalan, del que no se dan señales de vida desde hace 22 meses. Día tras día, los diputados y diputadas intentan marchar frente al Ministerio de Justicia, pero la policía se lo impide, por lo que hacen declaraciones frente al Parlamento. A la protesta de ayer, día en que se cumplía el primer mes de acción, asistieron los diputados y diputadas Kemal Peköz, Muazzez Orhan, Şevin Coşkun, Feleknas Uca, Ömer Öcalan, Abdullah Koç, Kemal Bülbül, Erol Katırcıoğlu, Serpil Kemalbay, Sait Dede, Murat Çepni, Ayşe Sürücü y Nuran İmir. Portaban pancartas en las que se leía "La ley debe aplicarse a Imrali" y "El aislamiento es un crimen contra la humanidad".
Durante la vigilia, Sait Dede dijo: "Como diputados y diputadas, llevamos un mes pidiendo al gobierno que cumpla la ley. Los gobernantes dicen en cada ocasión que Turquía es un Estado de derecho, lo que, sin embargo, no aplican ni el gobierno ni el Ministerio de Justicia. Si no se aplican las leyes, ¿cómo se garantizarán los derechos de los ciudadanos y las ciudadanas? Además, ¿no somos todos y todas iguales ante la ley? Por desgracia, no, ya que vemos que las leyes se aplican arbitrariamente. ¿Por qué se ha aplicado a Imrali un aislamiento sin precedentes? ¿Con arreglo a qué ley se aplica este aislamiento?"
Tras señalar que desde hace 22 meses no se reciben noticias de Öcalan ni de sus compañeros presos en Imrali, y que se les niega constantemente el derecho a reunirse con sus familiares y abogados, Dede declaró: "Este aislamiento e ilegalidad subyacen a todos los problemas de Turquía, cuya única solución pasa por el diálogo. Este país nunca alcanzará la paz interna sin diálogo y negociaciones". El Sr. Öcalan presentó una perspectiva de solución no sólo para Turquía sino para todos los pueblos del mundo y expresó en todo momento su disposición a la paz. Su actitud, sin embargo, fue recibida por los belicistas con aislamiento".
Dede se refirió al "proceso de paz" de 2013-2015 cuando, dijo, cesó el derramamiento de sangre y nadie sufrió el menor daño. "El gobierno, sin embargo, prefirió mantener su dominio por encima de la paz y el bienestar del país. Fue una época de máximo bienestar social, político y económico. Sin embargo, una vez que se intensificó el aislamiento, surgieron múltiples crisis en Turquía. La población empezó a sumirse en la pobreza y los conflictos se intensificaron. El país acabó en un callejón sin salida. La única forma de superar estos problemas es romper el aislamiento. Si se quiere lograr la paz interna y la democratización en este país, será mediante la eliminación del aislamiento", afirmó.
Y concluyó: "El aislamiento ejecutado sobre Imralı ya se ha extendido por todo el país e incluso ha sobrepasado sus fronteras. Continuaremos nuestra lucha hasta que se levante el aislamiento. La justicia no será posible en Turquía sin la eliminación del aislamiento."
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