Seis sindicatos vascos, LAB, ELA, CCOO, ESK, UGT y Steilas lanzaron un manifiesto exigiendo la libertad de Abdullah Ocalan en el 24 aniversario de su captura en Kenia. 

En el manifiesto, los sindicatos vascos expresaron que "Abdullah Öcalan, líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha estado encarcelado durante 24 años, en condiciones extremas, en total aislamiento y con restricciones en su comunicación con el mundo exterior. En 2006-2007, 3,5 millones de kurdos firmaron una petición declarando que lo consideran su representante político Como el único líder que goza de la confianza del pueblo kurdo, y como el antepasado de esta solución pacífica, Öcalan es una parte indispensable para resolver el conflicto kurdo."

El manifiesto agregó: “Por la experiencia pasada de otros conflictos, sabemos que para que se desarrolle un proceso de paz, entre otras cosas, se necesitan personalidades fuertes cuyo liderazgo pueda ayudar a las comunidades a buscar soluciones pacíficas al conflicto.

Nelson Mandela, Gerry Adams, entre otras personas, tuvieron y tienen el respeto y la confianza de sus comunidades, por lo que pudieron y pueden convencerlas de trabajar activamente en la búsqueda de una solución negociada. Sin duda, Abdullah Öcalan también entra en esta categoría".

Los sindicatos vascos han subrayado que "el actual Gobierno turco dirigido por Erdoğan mantuvo negociaciones con Öcalan durante dos años y medio, durante los cuales el líder kurdo planteó un plan gradual para alcanzar la paz, desde medidas de fomento de la confianza, pasando por un proceso de desarme en el marco de veedores iternacionales, a una solución política permanente a la cuestión kurda. Aunque las negociaciones se rompieron en 2011, las propuestas de Öcalan, incluidas en su "Hoja de Ruta", siguen siendo de suma importancia para abordar y buscar una solución negociada a la llamada 'Cuestión kurda'".

El manifiesto también señaló que "La reivindicación de la libertad de Öcalan es vital para romper la lógica militar del conflicto y así desviar la atención hacia negociaciones pacíficas y hacia una resolución democrática del conflicto kurdo".

Los sindicatos vascos exigieron lo siguiente:

"-Apoyar la petición de libertad para Abdullah Öçalan y el resto de los presos y presas políticos kurdos como un paso importante hacia la democratización de Turquía y la paz en Kurdistán.

-Acabar con el sufrimiento y la opresión del pueblo kurdo.

-Articular un proceso de paz que garantice una salida negociada a

el conflicto.

-Que se permita al pueblo kurdo decidir libremente su futuro y organizarse de la manera que democráticamente decidan".