La visita prevista del presidente turco Recep Tayyip Erdoğan a Berlín, invitado por el gobierno alemán, sigue siendo controvertida. La Sociedad para los Pueblos Amenazados (STP) ha hecho un llamamiento a todos los miembros del Parlamento alemán (Bundestag) para que obliguen al canciller Olaf Scholz (SPD) a aprobar una resolución para retirar la invitación al jefe de Estado turco. STP declaró que la visita prevista para el 18 de noviembre sería una señal fatal para todos los enemigos de la libertad y los derechos humanos, y dañaría la reputación de Alemania.
"Estos días Erdoğan se está convirtiendo en el portavoz del odio hacia el pueblo de Israel y los judíos. El presidente del Estado con el segundo ejército más grande de la OTAN ha declarado ‘grupo de liberación’ al grupo islamista radical Hamás. Al mismo tiempo, bombardea a diario los Estados vecinos de Turquía para expulsar a las minorías que viven allí e islamizar la región", subrayó Kamal Sido, experto en Oriente Medio de la STP, en Gotinga. Subrayó que el Bundestag debería asegurarse de que el canciller federal no ennoblece estas actividades invitándole a la Cancillería.
"Junto con el emir de Qatar, Erdoğan es uno de los partidarios más importantes del islamismo radical suní, que también incluye al llamado ‘Estado Islámico’ (ISIS). Bajo la bandera de la OTAN, el ejército de Erdoğan está atacando a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), efectivamente las ‘tropas de tierra de la Coalición Internacional contra el ISIS’, dijo Sido. "Durante años, ha ocupado grandes partes de un país vecino violando el derecho internacional. Su ejército y sus mercenarios aliados son responsables de innumerables y graves violaciones de los derechos humanos allí. Por tanto, este presidente turco puede ser calificado con razón de criminal de guerra. La canciller federal no debería recibirle".
El Bundestag alemán y el gobierno alemán deberían supeditar cualquier nuevo acercamiento a Turquía a la postura del país en materia de derechos humanos, Estado de derecho y derecho internacional, continuó Sido. "La larga lista de cuestiones críticas abarca desde la libertad de prensa y la libertad de opinión dentro de Turquía hasta la discriminación de las minorías en el país y la expulsión de las minorías en el extranjero, pasando por la estrecha cooperación con Rusia e Irán".