La acción organizada por la Federación Med y YJK-E NRW por la liberación del líder político kurdo Abdullah Öcalan junto a la Catedral de Colonia entra hoy en su tercer día. El jueves, la política kurda Leyla Birlik declaró: “La solución al problema kurdo está entrelazada con la libertad de Abdullah Öcalan, que lleva 21 años sometido a un fuerte aislamiento”.

Las dos carpas instaladas con motivo de esta acción están decoradas con pósters del líder del pueblo kurdo. Desde allí, los activistas también leyeron una declaración a favor de Öcalan. Birlik dijo: “La cuestión kurda se ha convertido en un problema global. El problema no es sólo de los kurdos o de los turcos. Este problema se ha convertido en un problema de Estados Unidos, de Alemania, de Gran Bretaña y de Rusia. Por lo tanto, la solución será, en última instancia, global. Abdullah Öcalan ha estado aislado durante 21 años. Cuando se mantuvieron conversaciones con Abdullah Öcalan, vimos que los ataques y las presiones del Estado sobre los kurdos o los turcos se redujeron. En 2014, Abdullah Öcalan dijo que ‘si no se crea un entorno de paz, el Estado se verá arrastrado a un caos político y económico que dará lugar a un golpe de Estado’. Durante 6 años, el Estado ha cortado las conversaciones de paz y ha aumentado el aislamiento de Abdullah Öcalan. Hoy, vemos que Turquía se despierta con un nuevo golpe cada día”.

La Federación Alemana de Trabajadores Migrantes (AGIF) también apoya esta acción. En un comunicado, el representante de AGIF, Şafak Deniz, dijo: “La lucha por la liberación de Abdullah Öcalan es también una lucha por la justicia para [las víctimas del ataque racista en] Hanau. La lucha por la liberación de Abdullah Öcalan es la lucha por Soma, Gezi y el Convenio de Estambul. Instituciones como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la UNESCO, el Parlamento Europeo y la ONU son herramientas del imperialismo. Estas herramientas no mueven un dedo por nosotros. Debemos elevar nuestra lucha por nuestras propias demandas”.

Los artistas Beser Şahin, Bengî Agirî y Rêber Serhat se sumaron a la acción con su música.