Un grupo de trabajadores de Migros inició una protesta el 3 de febrero en un almacén del distrito de Esenyurt, en Estambul, después de que la empresa sólo ofreciera un aumento salarial del 8 por ciento. 

El 8 de febrero, la empresa llamó a la policía al almacén y varios trabajadores fueron detenidos. Un día después, la empresa rescindió los contratos laborales de 257 trabajadores por unirse a las protestas. 

Los trabajadores son miembros del Sindicato de Trabajadores de Almacenes, Puertos, Astilleros y Marina (DGD-Sen).

La intensificación de la crisis económica en Turquía se ha convertido en uno de los principales desencadenantes de las protestas de los repartidores en las últimas semanas. A principios de 2022, el Instituto Turco de Estadística (TUIK) anunció una tasa de inflación oficial del 36,08%, mientras que economistas y académicos independientes han afirmado que la tasa de inflación real se acerca al 80%. Sin embargo, muchas empresas optaron por basarse en la tasa de inflación oficial para limitar al mínimo el aumento salarial de los trabajadores.

La empresa de reparto de alimentos Yemeksepeti Banabi anunció un aumento de apenas el 10% para sus trabajadores. Esto dio lugar a protestas. Muchos otros trabajadores de reparto de empresas similares, como Trendyol Express, Yurtiçi Cargo, Scotty, Aras Cargo, Sürat Cargo, Migros Warehouse empezaron a protestar por el escaso aumento salarial que recibían. Los trabajadores de Trendyol Express consiguieron un aumento salarial del 11% al 39%, pero muchos otros trabajadores siguen luchando.

Los trabajadores de toda Turquía realizaron 65 huelgas entre el 6 de enero y el 14 de febrero, según la Comunidad de Estudios Laborales (EÇT), un grupo de académicos, investigadores y expertos sindicales.

En Estambul y en Antep hubo 22 huelgas. En Esmirna hubo cinco huelgas, en Kocaeli cuatro y en Mersin tres.

Nueva protesta hoy

El sindicato DGD-SEN ha anunciado una protesta frente a la casa del jefe de Migros hoy a las 13 horas. 

Los trabajadores, que fueron esposados y detenidos frente a la casa del jefe de Migros, Tuncay Özilhan, a la que acudieron el viernes para reclamar sus derechos, han sido llamados por los responsables de la subcontrata de Us-Group, para la que trabajaban, y obligados a dimitir a cambio de una indemnización de un año y un preaviso.