Antes de las elecciones en Turquía del de junio de 2018, a primera hora de la mañana del 13 de junio de ese año, la policía alemana allanó la oficina de Civaka Azad, una asociación afiliada al Centro de la Sociedad Democrática Kurda en Alemania (NAV-DEM), que forja opinión pública para las y los kurdos. La incursión del gobierno alemán fue considerada como un acto de apoyo al régimen de Erdogan.

La policía alemana, que allanó simultáneamente las casas de los administradores de NAV-DEM, citó como motivo de las redadas a una manifestación, que había sido planeada para protestar por la invasión turca en Afrin pero que no tuvo lugar.

Aunque no había orden de registro contra las y los miembros de Civaka Azad, la policía allanó la oficina de la organización ya que se encontraba en el mismo edificio que la asociación NAV-DEM. Más tarde se presentó una demanda contra la redada policial.

Después de casi cuatro años, el Tribunal Constitucional del Estado de Berlín revisó la solicitud de Civaka Azad y tomó una decisión. Así dictaminó que la redada policial fue injusta e ilegal y solicitó que el caso se vuelva a ver en un tribunal estatal.

Anteriormente, tanto los tribunales de distrito como los estatales habían rechazado la solicitud de Civaka Azad, justificando la redada policial.

"Decisión tardía"

“Aunque la decisión es tardía, es muy importante para nosotros. Porque los derechos legales de las asociaciones y activistas kurdos se pisotean al citar la prohibición del PKK como justificación”, indicó Mako Qocgirî, uno de los miembros de Civaka Azad.

Qocgirî señaló que Civaka Azad está trabajando para informar al público alemán sobre los acontecimientos en Kurdistán. “Nuestras actividades no deben ser criminalizadas por las unidades de seguridad, y ahora continuaremos nuestra lucha legal en el Tribunal Estatal de Berlín”, agregó.