Tras la misma decisión del tribunal de Turín, el tribunal sardo también rechazó la solicitud de medidas especiales de vigilancia contra Pierluigi Caria, que estuvo en Rojava, donde se unió a las YPG-YPJ y a las estructuras civiles de la revolución de la Rojava y su lucha contra el ISIS.

Más de 300 personas, entre ellas académicos, periodistas, directores, maestros, activistas, firmaron el llamamiento "es socialmente peligroso luchar contra el ISIS", en el que condenaban la decisión del Fiscal de admitir la denuncia presentada por la policía de Turín, pidiendo que se impusiera una vigilancia especial a los ex internacionalistas, que se habían unido a las YPG y al YPJ y habían luchado contra el ISIS.

La medida especial de vigilancia, de haber sido ordenada por el Fiscal, habría incluido la prohibición de vivir en la ciudad donde viven actualmente los ex combatientes, así como la prohibición de llevar a cabo actividades políticas y de manifestarse.