El número de personas infectadas con Covid-19 en Turquía está aumentando drásticamente. Como principal motivo de este fuerte aumento, los analistas citan la Ceremonia Islámica del Sacrificio (Eid al-Adha) el pasado fin de semana, que llevó a muchas familias a viajar a las regiones turísticas de la costa. Además, existe un descuido cada vez mayor al abordar las restricciones y regulaciones pandémicas.

El ministro de Salud de Turquía, Fahrettin Koca, está tratando de encubrir el número de casos y anuncia unos 1.000 casos para toda Turquía. El presidente de la Asociación Médica Turca (TTB) Sinan Adiyaman contradice esto, y denuncia que "No reflejan la realidad". La asociación médica de Ankara (ATO) advierte sobre un aumento espectacular de nuevas infecciones. Solo en Ankara, el número de casos supera los 1.000, y otros médicos están hablando de multiplicar los números emitidos oficialmente por un factor de 2 o 3 para obtener una imagen realista. Según la Asociación Médica de Turquía, la capacidad de los hospitales pandémicos para la atención de pacientes con Covid-19 también está agotada. Varios medios advierten de un inminente colapso del sistema sanitario.

El gobierno turco ha luchado duro para atraer más turistas al país, con la esperanza de obtener divisas que se necesitan con urgencia para las costosas guerras. Sin embargo, el resurgimiento de la pandemia podría poner un freno a sus planes. Aunque la dramática caída de la moneda turca, que alcanzó un nuevo mínimo histórico frente al dólar el viernes, convierte las vacaciones en Turquía en una ganga. Sin embargo, la mayoría de los turistas hace tiempo que decidieron no llenar el cofre de guerra con divisas debido a la política de guerra del gobierno turco.