Un superviviente del terremoto de Van acude a ayudar a las víctimas de Adiyaman

Havin Kiye vivió el terremoto de Van en 2011. Tras los dos seísmos centrados en Maraş, acudió a ayudar a las víctimas del terremoto en Adiyaman.

El 6 de febrero de 2023, decenas de miles de personas perdieron la vida en dos terremotos, cuyos epicentros se situaron en Pazarcik y Elbistan, en la provincia de Maraş. Tras el terremoto que causó daños y destrucción en 11 provincias, voluntarios de muchas ciudades del Kurdistán y Turquía acudieron en masa para ayudar. Uno de estos voluntarios es Havin Kiye, que vivió el terremoto de Van.

Kiye acudió a Adiyaman (Semsûr) para ayudar a las víctimas. Dice que no es ajena a la catástrofe y al trauma vivido. Kiye vive ahora en Estambul, pero acudió a Adiyaman en cuanto se enteró de que había habido un terremoto.
 

Kiye dijo lo siguiente sobre el terremoto de Van: "Estaba en casa cuando ocurrió el terremoto. No me di cuenta de que era un terremoto hasta que salí de casa. Sólo sabía que la casa en la que estábamos se iba a derrumbar. Me tiré fuera, fue entonces cuando me di cuenta de que era un terremoto. De hecho, tuve la misma sensación que las víctimas del terremoto que están hoy aquí. Sólo hay una cosa que no ha cambiado entonces, como hoy. Nadie ayuda a las víctimas del terremoto. Estábamos en mejores condiciones que los supervivientes del terremoto de hoy. En otras palabras, éramos lo mejor de lo peor. Hoy miro aquí, no hay nadie. Sólo hay voluntarios y sociedad civil".

Kiye subrayó que las cifras oficiales sobre las zonas afectadas por el terremoto no reflejan la verdad, y añadió: "No me creo estas cifras en absoluto. Las cifras están ocultas en el desastre de hoy. Estoy aquí porque puedo empatizar con las víctimas del terremoto de hoy. Intento ayudar a las víctimas del terremoto tanto como puedo. Porque también en Van vimos la falta de ayuda estatal".

Kiye dijo que Adiyaman se había convertido en una ciudad en ruinas y añadió: "Puedo decir que Adiyaman ha desaparecido. No hablo sólo de un barrio, la ciudad en sí ha desaparecido, está todo en ruinas. Gölbaşı y Besni también están en la misma situación. No hay edificio que no esté dañado. No se trata sólo de una cuestión de contratistas. Las consecuencias de semejante catástrofe no son ni humanas, ni religiosas, ni de conciencia. Cuando observamos la situación, no vemos una situación acorde con la humanidad".