Una lucha colectiva por la naturaleza: De Gülpınar a Ikizdere

Vahap Işıklı, coportavoz de la Plataforma de Protección de Hewsel, declaró: "Estamos con los aldeanos en lucha desde Van Gülpınar hasta Ikizdere. La naturaleza es un bien común y nuestra lucha es colectiva".

El coportavoz de la Plataforma de Protección de Hewsel, Vahap Işıklı, dijo que la lucha contra la destrucción de la naturaleza debe ser universal y subrayó la importancia de estar codo con codo para construir ese "nuevo mundo es posible" tan soñado.

En las tierras kurdas, donde la guerra continúa, también se está masacrando la naturaleza. Las zonas forestales están siendo destruidas con armas químicas y bombas de alto poder destructivo, utilizadas para aplicar políticas de guerra más profundas. Desde el estado de emergencia, en particular, al construir el gobierno puestos militares en las colinas, los árboles son saqueados tanto en la zona de construcción como en sus alrededores. Además, las presas construidas por razones de "seguridad" constituyen un importante pilar de la destrucción de la naturaleza. Las presas construidas en el Kurdistán supuestamente para aumentar la producción de energía constituyen el 40% de las presas de Turquía.

En declaraciones a ANF, el coportavoz de la Plataforma de Protección de Hewsel y activista de Ecología de Mesopotamia, Vahap Işıklı, dijo: "El expolio de la naturaleza en la región no se frena. Los Proyectos de Energía Hidroeléctrica (HEPP) que se construirán en el arroyo Zîlan y en el arroyo Sarim, supondrán la inundación de gran parte de las zonas habitadas de la región. Hemos sido testigos de la tala de árboles en el monte Cudi durante un año. Si consideramos la tala de árboles junto con los incendios forestales, comprobamos que estas zonas han sido fuertemente destruidas. Se afirma que se han cortado 400 toneladas de árboles. Esto revela un panorama sombrío. Además, el saqueo y el daño de las tierras afectan negativamente a todos los seres vivos, provocando la aparición y multiplicación de enfermedades".

Işıklı llamó la atención sobre el hecho de que el estancamiento causado por la crisis económica ha aumentado el saqueo de la naturaleza y añadió que la lucha contra esta destrucción debe ser común. Recordando que las ciudades del Kurdistán están a la orden del día con la destrucción de la naturaleza, Işıklı citó la cantera de mármol impuesta en el pueblo de Şêxan en Van/Gürpınar como el mejor ejemplo de ello. Dijo: "Al igual que se puede escuchar una voz por un árbol en el Amazonas y por los peces que mueren en el Mar de Mármara, también hay que alzar la voz contra el expolio de la naturaleza en las provincias kurdas. Si no se escucha a la gente de la región, habrá más expolio. A pesar de que en Cudi se pueden talar 400 toneladas de árboles al día, esta catástrofe apenas aparece en la agenda. Las autoridades no han hecho ni una sola declaración sobre las causas de la muerte de los peces a causa de los HEPP. La lucha contra la crisis climática, de importancia universal por sus consecuencias, debe ser una lucha común. Estamos al lado de los aldeanos que luchan desde Van Gürpınar hasta Ikizdere. Nuestra naturaleza es un bien común y nuestra lucha también es común".