Durante la invasión de Garê por parte del ejército turco en febrero, la aviación bombardeó un campo de prisioneros de guerra durante tres días asesinando a doce soldados, policías y agentes de inteligencia turcos bajo arresto del PKK.
En 2019, los prisioneros de guerra escribieron una carta conjunta al presidente del Parlamento turco, Mustafa Şentop, y al presidente del CHP, Kemal Kılıçdaroğlu. También hay cartas separadas para las familias e incluso uno de los presos apeló al presidente Erdogan. ANF dispone de copias de estas cartas fechadas el 6 de septiembre de 2019, y firmadas por Sedat Sorgun, Ümit Gıcır, Sedat Yabalak, Vedat Kaya, Hüseyin Sarı, Mevlüt Kahveci, Semih Özbey, Süleyman Sungur, Müslüm Altıntaş, Aydın Köse, Adil Kabaklı y M. Salih Kanca.
En la carta dirigida al presidente del Parlamento, Mustafa Şentop, los prisioneros de guerra exigen que se lea su carta ante los 600 diputados de la Asamblea Nacional de Turquía. La carta dice: “¿No se nos da la importancia debida y no hay ningún compromiso con nosotros porque los presentes no tenemos familias reputadas o muy ricas? Nunca hubiéramos podido imaginar que el Estado de la República de Turquía no reclamaría a sus soldados y policías durante más de cuatro años, unos 1500 días”.
La carta hace además referencia a numerosas misiones anteriores de liberación de presos. Entre los ejemplos citados está la ocupación del Consulado turco en Mosul por parte del ISIS en 2014. Incluso para las personas sin ciudadanía turca, dice, se mostró un compromiso que se saldó con la liberación de los prisioneros devolviéndoselos a sus familias: “Hemos esperado durante años con la esperanza de que también llegara nuestro turno”.
‘¿A quién podemos recurrir?’
“Nadie pudo garantizar nuestra vida y nuestra salud en los últimos años, y esto sigue siendo así. ¿A quién debemos recurrir si la oficina presidencial y el Parlamento no emprenden acciones por nuestra liberación? Llevamos cuatro años separados de nuestras familias y no tenemos contacto con ellas. ¿Qué debemos hacer? Si nos acusan, tenemos derecho a saberlo. ¿Hemos sido condenados? Eso es lo que queremos saber. Decir a nuestras familias que tengan paciencia es sólo posponer o ignorar el problema. Las conversaciones mantenidas con Abdullah Öcalan nos han dado esperanzas, pero tampoco han dado ningún resultado. ¿Por qué no se habla de nosotros en estas conversaciones, por qué no estamos en la agenda?”
‘Tu estado no pregunta por ti’
En una carta dirigida a Erdogan, el preso Sedat Sorgun describe quién es, cómo llegó a la cárcel y cuáles son sus actuales condiciones de vida. Luego pregunta: “Mi Presidente, ¿quiénes somos? Aquí se nos dice que nuestro Estado no pregunta por nosotros y no se preocupa por nosotros. Si lo hiciera, nos dejarían ir, no tendrían interés en retenernos. Parece que están diciendo la verdad. Han pasado cuatro años y todavía no nos toca. Los dirigentes de la organización dicen: ‘Si vuestro Estado quiere, os dejaremos ir, pero no le importáis a nadie. Si os dejamos ir ahora, vuestro Estado os matará’”.
‘Ocultos como un pecado’
En las cartas a sus familias, los presos escriben sobre su situación, sus anhelos, sus expectativas y esperanzas. Algunos también hablan de su decepción. Muhammet Salih Kanca escribe: “Es sorprendente que el tema no aparezca en los medios de comunicación en absoluto. Obviamente, esto es a propósito. Puede haber muchas razones para ello. Sin embargo, la cuestión es cuán legítimas son estas razones. Si los organismos gubernamentales comentaran nuestra situación, supondría una esperanza para todos los presentes. Para nosotros, es una gran carga estar ocultos como un pecado”.
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