Durante más de tres semanas, el suministro de agua en Heseke, en el noreste de Siria, se vio interrumpido porque Turquía volvió a desconectar de la red la estación de bombeo de agua potable Elok (Allouk) al este de Serêkaniyê (Ras al-Ain). Pero gracias a un programa de perforación de pozos, la Administración Autónoma ahora ha logrado sortear el bloqueo y restaurar gran parte del suministro de agua en la región. La materia prima vital vuelve a fluir de los grifos de Heseke.
Según la empresa de servicios públicos local, se perforaron 50 pozos en Heseke, que podrían conectarse a un sistema de suministro de agua existente en el distrito central de Hama. Los pozos tienen sus propios filtros y sistemas de limpieza. Por lo tanto, no es necesario hervir el agua antes de beberla. De este modo, se cubre el suministro de los distritos de Ezîziyê, Salihiyê, Telayî, Xişman y Miftî, aunque más del 40 por ciento de los hogares en otros distritos y en los alrededores todavía no tienen agua corriente. Hasta que se encuentre una solución final, los voluntarios del PYD (Partido de la Unión Democrática) están interviniendo para solucionar el tema.
El proyecto fue iniciado por 60 activistas de Dirbêsiyê. En cooperación con las autoridades locales, los hogares de barrios más pequeños como Neşwa, Kebabê, Til Hecer, Nasira, Kelasê y Ziraa, que todavía están aislados de la red de agua potable, reciben camiones cisterna con la provisión. Actualmente, se siguen realizando 60 recorridos por día. Se espera que el número aumente esta semana. Los activistas se han fijado el objetivo de entregar al menos 100 cargas de agua al día.