La Campaña Paz en Kurdistán escribió una carta abierta al Excmo. Sr. Dominic Raab, parlamentario, Secretario de Estado de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth, y a la Excma. Sra. Lisa Nandy, parlamentaria en la sombra, para llamar la atención sobre el hecho de que Turquía utiliza el agua como arma en la guerra contra los kurdos.
La carta decía: "Escribimos para destacar la deliberada interrupción del suministro de agua a la población civil del noreste de Siria por parte del Estado turco. El uso del agua como arma está poniendo en peligro la vida de miles de niños y familias, incluyendo refugiados y desplazados. El agua es esencial no sólo para la supervivencia básica sino también para ayudar a combatir la propagación del Covid-19 mediante buenas medidas de higiene y saneamiento. Les pedimos que planteen este asunto con sus contrapartes turcas y pidan el cese de este acto esencialmente criminal".
La carta añadía: "Las fuerzas turcas apagaron la estación de bombeo de Alok el 13 de agosto, como lo han hecho anteriormente en marzo, abril y julio de este año. Esta estación de bombeo abastece de agua a unas 500.000 personas, además de las que viven en los campamentos improvisados de al-Hawl, al-Areesha y Washo Kani, según Human Rights Watch*) y el Comité Internacional de la Cruz Roja. En el contexto de la creciente propagación regional del Covid-19, la acción de las fuerzas turcas causará casi inevitablemente la muerte de múltiples civiles".
Este último concluyó con las siguientes observaciones: "El suministro de agua al noreste de Siria y la estación de agua de Alok no deben ser objeto de una estrategia política y militar. Le pedimos que intervenga con su homólogo turco con carácter de urgencia".