Los crímenes cometidos por las fuerzas turcas y sus aliados mercenarios en Afrin han provocado una revuelta.
El miércoles por la mañana mercenarios del ELS han intentado sacar de su casa a un médico llamado Sami El Ferec. Éste se ha opuesto a ser sacado a la fuerza de su casa y ha sido asesinado por ello. Las noticias de su ejecución se han extendido por toda la ciudad rápidamente. La población se ha concentrado en frente de la casa del médico y ha expresado su rechazo.
“No queremos bandas de asesinos”, han cantado los residentes mientras se llevaban el cuerpo del médico asesinado. La multitud fue atacada por los mercenarios cuando comenzaban a marchar. Una mujer ha resultado muerta y varias personas heridas. Los manifestantes no han abandonado la calle a pesar de los ataques pero se han visto forzados a irse del centro de la ciudad.
El estado turco y los mercenarios están cometiendo crímenes de guerra sistemáticamente en la región de Afrin desde el inicio de la invasión el 20 de enero. Las fuerzas invasoras entraron en la ciudad el 18 de marzo y cientos de personas han muerto desde entonces.
El estado turco y sus aliados mercenarios entonces han comenzado a saquear y bombardear las casas de los residentes además de proceder a robarles. Varios monumentos históricos también han sido salvajemente destruidos.
Se están produciendo secuestros, torturas y saqueos de forma casi diaria perpetrados por los invasores.
Además, Human Rights Watch ha anunciado en un informe reciente que los grupos apoyados por Turquía están robando y saqueando las propiedades de los civiles kurdos en Afrin.