Después de los ataques de invasión del estado turco y sus mercenarios muchas familias se vieron obligadas a huir de su casa y establecerse en el campamento de Newroz. El 3 de abril se produjo un incendio que causó la muerte a ocho personas, siete de ellas niños.
El Centro de Investigación Jineoloji del cantón de Qamishlo visitó el campamento de Newroz y preparó un informe sobre el incendio.
Según el informe, el incendio se produjo en una tienda de campaña en la que se habían instalado dos familias tras ser obligadas a abandonar sus casas en la aldea de Zirgan, en Bisis. Huyeron cuando el estado turco invadió su pueblo.
Wedha Kenû El Sacir y Mihemmed Elewî El Sacir están siendo atendidos en el hospital de Hesekê mientras que sus hijos Fatma (11), Meyeser (9), Diyana (8), Teyisir (6), Bera (2) y Assad (2 meses) perdieron la vida.
Viviendo en la misma tienda con Wedha Kenû El Sacir y Mihemmed Elewî El Sacir estaban Sureyya Hemûdê (31) y su hijo de 8 meses Ehmed Mihemed Hemîd. Ambos murieron mientras que Mihemed Xelîl Hemîd (el marido de Sureyya) estaba herido y está siendo tratado en el hospital.
Después del incendio, la administración del campamento y Heyva Sor A Kurd proporcionaron la primera intervención y llevaron a los heridos a los hospitales de Hesekê.
El informe dice: "Las familias trágicamente destruidas por el fuego eran como miles de familias que emigraron después de los ataques de la invasión del estado turco contra Girê Spî y Serêkaniyê. Estas personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y a dejar todo lo que tenían. Actualmente están tratando de sobrevivir en campamentos, en condiciones difíciles".
Este incendio, dijo el centro de Jineoloji "es una consecuencia directa de la invasión llevada a cabo por el estado turco". Hoy en día, cuando el mundo está luchando contra el brote de coronavirus, el panorama que se presenta en el noreste de Siria es más pesado, teniendo en cuenta la ocupación en curso".
El informe añade: "Ahora hay muchos niños en el campamento de Newroz luchando por sobrevivir. Algunas instituciones y organizaciones han organizado eventos para que los niños del campamento no se vean afectados psicológicamente por el incendio. Sin embargo, la realidad es que se necesitan soluciones más radicales. El desarrollo saludable de los niños sólo es posible con un futuro seguro".