El significado y el futuro de la histórica Conferencia Nacional Kurda de Rojava

Sinan Cudî: "La conferencia celebrada en Qamishlo representa una respuesta seria y organizada a un siglo de soledad, negación y fragmentación impuesta a un pueblo".

TRANSICIÓN SIRIA

En las tierras de Rojava, el pueblo kurdo buscó una vez más forjar su propio futuro sobre las piedras desgastadas por el tiempo y la guerra. Representantes de diferentes regiones del Norte y el Este de Siria, de la diáspora y de zonas de Oriente Próximo devastadas por la guerra se reunieron para conmemorar un momento histórico. La Conferencia Nacional Kurda “Unidad y Postura Común” celebrada en Rojava no fue una simple reunión, sino un nuevo hito en un largo camino que resuena en la memoria colectiva, una expresión insistente y renovada de la búsqueda de la unidad y la libertad.

La conferencia, convocada el 26 de abril de 2025 en Qamishlo, fue una respuesta directa a más de un siglo de fragmentación que ha padecido el pueblo kurdo. En estas tierras, agotadas por la guerra, la ocupación y el desplazamiento, se reunieron diferentes partidos kurdos, organizaciones de mujeres, movimientos sociales y activistas independientes. Su objetivo es construir una visión que garantizara al pueblo kurdo una voz común en el futuro de Siria. La conferencia se forjó como fruto de los logros sociales surgidos de la Revolución de Rojava y de la memoria colectiva forjada a través de la guerra y la resistencia. Este encuentro representa una de las primeras iniciativas políticas importantes tras el derrocamiento del régimen represivo de Siria el 8 de diciembre de 2024.

Una continuación de la memoria

El colapso del régimen Baaz marcó un punto de inflexión histórico para Siria. El sistema que había reprimido la diversidad étnica, religiosa y social durante décadas se desmoronó, dejando tras de sí millones de muertos, innumerables exiliados y una tierra reducida a ruinas. Tras las consecuencias, comenzó la búsqueda de un nuevo contrato social. El pueblo kurdo vio esta oportunidad histórica no solo como una oportunidad para determinar su propio destino, sino también como la responsabilidad de construir un futuro democrático para Siria.

La idea principal, enfatizada en la declaración de la conferencia, fue clara: la identidad kurda sería protegida en el marco de una Siria multiétnica, multicultural y multinacional; los derechos nacionales del pueblo kurdo estarían garantizados constitucionalmente. Este enfoque no solo responde a las dificultades del pasado, sino que también sirve como protección ante posibles crisis futuras.

Un futuro democrático y libre

La conferencia adoptó una visión política basada en los principios de los derechos humanos, la igualdad de género y la liberación de la mujer. La fuerte participación de los movimientos de mujeres, en particular, reflejó el legado perdurable del espíritu igualitario de la Revolución de Rojava. Según la declaración final:

- El pueblo kurdo estará representado en la nueva estructura política de Siria de manera efectiva e igualitaria.

- Los derechos kurdos estarán garantizados mediante una Constitución que no excluya a ningún segmento de la sociedad.

- Se apoyará un modelo de Estado descentralizado.

Estos principios pueden considerarse no solo un manifiesto para el pueblo kurdo, sino también un llamado a la paz para todos los pueblos de Siria.

Dinámicas internas y externas

Esta conferencia no es solo un acontecimiento político nacional, sino también un mensaje regional. El pueblo kurdo aspira a participar en la construcción de la nueva Siria no como un elemento pasivo, sino como una voluntad política fundacional. Es probable que esto sea percibido como una amenaza por las potencias regionales. Por ejemplo:

- Turquía define cualquier reconocimiento del estatus kurdo como una "línea roja".

- Irán teme que el movimiento kurdo en Siria pueda influir en su propia población kurda.

- El régimen sirio se muestra reacio a abandonar su estructura centralizada.

Sin embargo, el énfasis de la conferencia en la paz y el diálogo está siendo seguido de cerca en las capitales occidentales y en los círculos de las Naciones Unidas (ONU). Este tono diplomático, destinado a fortalecer la legitimidad internacional del pueblo kurdo, representa un paso significativo para asegurar su papel en la configuración del futuro de Siria.

Necesidad y responsabilidad

Como se establece claramente en la declaración final, la conferencia tiene como objetivo formar una delegación kurda unificada lo antes posible e iniciar negociaciones con las partes pertinentes. Esto marca el comienzo de la transformación de las palabras en hechos. El llamamiento a la unidad ya no se limitará a declaraciones, sino que se traducirá en medidas concretas mediante la representación política, las estructuras defensivas y el diálogo diplomático.

Este proceso se verá sometido a la prueba de las contradicciones internas y las presiones externas. Requerirá paciencia y determinación. Quizás lo más importante sea que este llamamiento emergente de Rojava puede servir como un faro de esperanza para un futuro democrático, no solo para los kurdos y las kurdas, sino para todos los pueblos de Oriente Próximo.

Una nueva página en la historia

La conferencia celebrada en Qamishlo representa una respuesta seria y organizada a un siglo de soledad, negación y fragmentación que ha padecido un pueblo. Esta histórica reunión en Rojava busca no solo abordar la crisis actual, sino también dejar huella en el futuro. La unidad no es solo una palabra; exige responsabilidad, sacrificio y paciencia estratégica a largo plazo. Si el pueblo kurdo aprende de este momento histórico, podrá superar la tragedia de ser una nación fragmentada y convertirse en pionero de la paz regional y la transformación democrática. El futuro revelará si esta conferencia se convierte en un simple comentario histórico o en un punto de inflexión decisivo.

Esta no es solo una lección para el pueblo kurdo, sino para toda la humanidad: cuando un pueblo decide recuperar su destino, incluso las cadenas más pesadas del mundo pueden romperse. Cuando se escriba la historia, este momento podrá definirse con una sola frase: “En su prueba más oscura, los kurdos eligieron la unidad sobre la división”.

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