Ayer tuvo lugar una explosión en la capital del cantón de Afrin en el norte de Siria, ocupado por tropas turcas y yihadistas.

La explosión fue causada por la detonación de una motocicleta cargada de explosivos en el vecindario de Mahmudiyah, cerca de las antiguas aduanas en la carretera que lleva a Rajo. La zona fue acordonada por los yihadistas.

La ocupación de Afrin

El 20 de enero de 2018 comenzó la invasión del ejército turco contra Afrin bajo la operación ‘Rama de Olivo’. La gente de Afrin había llevado a cabo grandes esfuerzos para mantenerse al margen de la guerra en la región, que venía librándose desde 2011, con el fin de construir una sociedad de base organizada, democrática, emancipadora y secular.

Durante la guerra en Siria (2013-2017), cientos de miles desplazados internos fueron recibidos y cuidados en la región de Afrin. Las personas que proporcionaron refugio a aquellos entonces, son hoy refugiados. Mientras que cientos de miles de personas tuvieron que huir de Afrin a causa de la ocupación, unas 100.000 personas permanecieron en la ciudad y sus alrededores.

El 18 de marzo de 2018, Afrin fue finalmente ocupado por las tropas turcas y las milicias islamistas. La agresiva invasión de Turquía trajo a los civiles sufrimiento, violencia, desplazamientos y una política de asimilación que se ha extendido hasta hoy. Al menos 173.000 refugiados de Afrin viven aún en campamentos temporales en el cantón de Shehba, ubicado entre Alepo y Afrin. Estas personas llevan aisladas del mundo exterior desde marzo de 2018, pero no pierden la esperanza de regresar a su tierra.