El estado turco y sus bandas jihadistas aliadas que han invadido y saqueado a Afrin están obligando a los pueblos de diferentes religiones a convertirse al Islam, además de la comisión de otros actos inhumanos como secuestro, acoso, violación, asesinato y tortura, contra los residentes que se oponen a su invasión.
Los Ezidis de Afrin que fueron desplazados debido a los terribles ataques y luego de la invasión, y se establecieron en el campamento Serdem en Shehba, subrayaron que los invasores no tienen fe.
Tras señalar que los Ezidis protegerán su fe, a pesar de todas las presiones y ataques, el ciudadano Ezidi Ebdo Xalo dijo que "Bajo el nombre de Islam, demolieron nuestros lugares sagrados y saquearon nuestras propiedades. Estas prácticas y el estado turco no tienen nada que ver con el Islam. Las fuerzas turcas y sus mercenarios están forzando a los ezidis que permanecieron en Afrin a convertirse al Islam, ya que tienen una actitud hostil hacia las diferentes religiones".
Qudret Betal señaló que el estado turco está atacando brutalmente cada cosa viviente y no viviente en Afrin: "El estado turco está repitiendo la práctica de ISIS en Shengal".
Otro ciudadano ezidi, Kamîran Xalo, dijo que el estado turco está llevando a cabo ataques inhumanos en violación de la ley internacional frente a los ojos del mundo, y agregó; "Las bandas turcas han destruido nuestros lugares sagrados y cementerios en Afrin. No hay lugar para tales prácticas en ninguna religión".