En Kobanê ha comenzado la temporada anual de incendios provocados por los yihadistas a sueldo de Turquía. La novedad es que, además de las zonas de cultivo, también se han incendiado deliberadamente las tuberías de agua. Según la administración del agua de Kobanê, el oeste del cantón tiene actualmente un suministro limitado. Se ha pedido a la población que manipule el agua potable con cuidado. Los trabajos de reparación están en plena marcha.
Los incendios han afectado a los campos y a las tuberías de agua de los alrededores de la localidad de Şêxler, a unos treinta kilómetros al oeste de la ciudad. Según la información disponible, los ataques proceden del Bajo Jarablus (Jarabulus Tahtani), entre la ciudad del mismo nombre y el río Éufrates. Jarablus se encuentra en la zona ocupada por Turquía y está ocupada por este país desde 2016. En las últimas semanas, se han observado repetidamente vuelos de reconocimiento sobre Şêxler.
Cada año, Rojava se asfixia en incendios de campos y bosques provocados por las fuerzas de ocupación turcas y sus aliados yihadistas. Los incendios provocados forman parte de la guerra contra el norte y el este de Siria y sirven a Turquía como método de política de expulsión sistemática y limpieza étnica. Ya durante la ocupación de Afrin, hace dos años, se sentaron las bases para destruir sistemáticamente los fundamentos económicos de la población.