El presidente turco Recep Tayyip Erdoğan ha vuelto a anunciar una invasión militar en el norte de Siria. En la inauguración de un tramo de la autopista de Bursa, ha hecho referencia a la invasión de Afrin y ha añadido: “Y ahora vamos al este del Éufrates. Ya lo hemos compartido con Rusia y con América”.

Las “fuerzas de seguridad interna” en el norte y el este de Siria ven una conexión entre las amenazas de Turquía y el incremento de las actividades de las células del ISIS en la región. Ayer se emitió un comunicado escrito sobre cuatro ataques bomba en Hesekê y Shaddadi en el que se dice: “Las células del ISIS continúan sus ataques con el objetivo de erosionar la seguridad en la región e infundir el miedo entre la población. La organización terrorista ha llevado a cabo tres ataques bomba en Hesekê, asesinando a un joven de 15 años.

En la carretera entre Shaddadi y Deir ez-Zor, cerca de la población de Noble, tuvo lugar una explosión al paso de un vehículo militar. El conductor del vehículo resultó resultó herido.

Las células del ISIS llevaron a cabo los ataques sin hacer distinción entre civiles y fuerzas armadas. Las investigaciones de nuestras fuerzas para detener a los perpetradores continúan”.

El autogobierno del Norte y el Este de Siria ha apuntado repetidamente que desde el principio de las amenazas de invasión por parte de Turquía, se ha reactivado la actividad de las células durmientes del ISIS en la región.