Se ha registrado un aumento del trabajo infantil en la región de Cizire debido a las malas condiciones económicas que las personas enfrentan.

Una gran cantidad de niños están siendo contratados por salarios muy bajos tras abandonar la escuela.

Selah Luqman tiene 15 años y está trabajando en un taller de fundición de hierro en Qamislo. Abandonó la escuela cuando todavía estaba en primaria y desde entonces ha estado cuidando a su familia de cinco miembros.

Eli Rashid tiene 17 años y trabaja con coches. Él también tuvo que dejar la escuela para cuidar a su familia, que se encontraba en condiciones económicas muy serias.

Los Consejos de la Administración Autonóma Democrática de Cizire, junto con el Comité de Trabajo, han lanzado una iniciativa ‘contra el trabajo infantil’.

Dentro del marco de esta iniciativa, se han llevado a cabo estudios en todas las ciudades y distritos de Cizire. Se han distribuido folletos titulados “Tengo derecho a leer y jugar” entre los niños que trabajan.

Esta iniciativa, junto con el trabajo de investigación, se ha llevado a cabo en conjunto por el Comité de los Trabajadores, de las Mujeres, de Salud, de la Juventud, de Educación, la Oficina de Asuntos de Organización, la Oficina de Derechos Humanos y la Oficina de Asuntos Sociales.

Al establecerse comités en todas las ciudades del cantón, éstos también se han encargado de visitar a las familias para verificar la situación de los niños y proponerles soluciones adecuadas.

Durante las visitas, se ha explicado a las familias la importancia de que los niños continúen su educación y cómo el hecho de trabajar a una edad tan temprana afecta negativamente tanto física como psicológicamente.

Como comienzo de la iniciativa, la Oficina de Asuntos de Organización ofrece asistencia a las familias pobres para que no se vean obligadas a enviar a sus hijos al trabajo.

Los Consejos de Administración Autónoma también planean abrir una escuela vocacional para niños en la región.