Las mujeres comenzaron a cultivar 60 hectáreas de tierra, no sólo para satisfacer sus necesidades, sino también para ayudar a los refugiados del campamento con un proyecto dirigido por Kongreya Star.

Como parte del proyecto las mujeres cultivan diferentes hortalizas y venden la pasta de tomate y los encurtidos que preparan. Al poner sus verduras en el mercado a precios asequibles, las mujeres también pueden invertir parte de sus ingresos en proyectos futuros.

Hablando del proyecto, Rama Baac, miembro de Kongreya Star, dijo: "Gracias a este proyecto comunal, cuyo primer paso lo dio la dirección del campamento, las tierras agrícolas del campamento se están utilizando ahora. Gracias al proyecto, se ofrecieron oportunidades de trabajo a muchas mujeres. Muchas mujeres se ganan la vida para sí mismas y sus familias gracias a este proyecto".

Señalando que el estado turco está tratando de romper la voluntad del pueblo, Baac añadió: "Por esta razón, las mujeres son el blanco en todos los sentidos. Este proyecto se llevó a cabo gracias a la voluntad de las mujeres".