El estado turco y sus aliados mercenarios han saqueado y están destruyendo Afrin, que fue una de las ciudades más pacíficas de Siria, a pesar de la guerra.

Afrin fue blanco porque representaba lo que el estado turco no puede aceptar: tolerancia, coexistencia de diferentes naciones, culturas, idiomas, una administración autónoma, donde son las personas las que lideran y participan en todos los procesos de toma de decisiones en las diversas esferas de sus vidas.

Turquía nunca lo toleraría, y es por eso que entró en Afrin, desalojó a la gente de sus casas, lo destruyó y cometió asesinatos.

Y ahora, una vez en la ciudad, Turquía y sus aliados mercenarios continúan con su destrucción violenta de cualquier rastro que quede de ese Afrin pacífico y, mientras lo hacen, roban, saquean, destrozan las propiedades de las personas y secuestran, matan, violan , torturar a los ciudadanos que quedan en la ciudad.

En este escenario de pesadilla y horror, algunas personas logran mandar mensajes y fotos para documentar lo que Turquía y los mercenarios están haciendo en la región.

Un ciudadano que vive en el centro de Afrin y no quería que se revelara su nombre le dijo a ANHA que se sentían como extraños en sus propios hogares.

"La situación en la ciudad es terrible", dijo, "una vez fue una ciudad llena de vida, llena de gente y ruidosa, y ahora es solo un gran centro de tortura".

La fuente dijo que las fuerzas de ocupación están hostigando y reprimiendo a las personas, pero al mismo tiempo están destruyendo las infraestructuras de la ciudad.

El ciudadano Afrin dijo que el ejército turco y sus aliados mercenarios están escribiendo en las paredes eslóganes racistas.

"Casi todas las paredes de la ciudad han sido cubiertas con insultos y escritos racistas", dijo la fuente y añadió que "los militares y mercenarios turcos no respetan nada en la ciudad".

La fuente envió una foto desde una calle en Afrin. En la pared de la universidad Afrin, la escritura dice: "Afrin es árabe, los árabes se quedarán".