Los niños de Afrin tienen una carpa escuela en el campamento de Shehba

Alrededor de 400 niños de escuela primaria han comenzado su educación en el campamento de Berxwedan.

Después de la invasión de Afrin por el estado turco y sus aliados mercenarios al-Nusra, FSA e ISIS, cientos de miles de ciudadanos tuvieron que abandonar sus hogares y sus tierras y emigraron a las áreas de Sherewa y Shehba.

Decenas de escuelas fueron saqueadas luego de los ataques y la ocupación del estado turco, antes de ser finalmente destruidas o convertidas en centros de tortura y detención.

Además, miles de niños quedaron sin educación, ya que se vieron obligados a abandonar la ciudad junto con sus familias.

Durante los ataques del ejército turco (que comenzó el 20 de enero), 30 estudiantes y dos maestros perdieron la vida.

En Afrin había 318 escuelas pero 86 fueron completamente destruidas durante la ocupación e invasión. En total, 42,000 estudiantes de escuela primaria, 9,000 estudiantes de preparatoria secundaria, 550 estudiantes de instituto y 450 estudiantes universitarios se han quedado sin institución educativa que los acoja.

Con la ayuda del Comité de Educación (KPC) y la Administración Autónoma de Afrin, se estableció una escuela en una tienda de campaña en el campamento de Berxwedan en Shehba. La carpa estaría equipada para enseñar a los alumnos de primaria.

En las escuelas carpa hay 14 aulas y 400 estudiantes, de primero a sexto grado. El maestro de escuela primaria Dijwar Ibrahim habló con la ANF sobre la escuela que abrieron en el campamento.


Ibrahim dijo que el objetivo principal de la escuela establecida en el campamento de Berxwedan será tratar de alejar de los niños la atmósfera pesada creada por la guerra.

"Abrimos la escuela y enseñamos a niños de primero a sexto grado, porque pensamos que es importante que los niños no se vean privados de su idioma, cultura y educación. No pueden mantenerse alejados de la educación, por lo que esta escuela en el campamento es importante. Unos 400 estudiantes podrán recibir educación, divididos entre las 14 clases que hemos organizado", declaró el maestro.

Ibrahim agregó también que esta primera escuela experimental se replicará en las aldeas de Shehba. "Ofrecemos clases de kurdo, árabe e inglés en nuestra escuela. Asimismo, también impartimos lecciones de ética cultural, lecciones de educación física. En resumen, estamos tratando de ofrecer el mismo plan de estudios que estábamos ofreciendo en Afrin".

Por supuesto, dada la situación del campamento y el estado de los refugiados que viven allí, la escuela necesita muchas cosas. "Necesitamos cuadernos, bolígrafos y mucho otro material. Por ejemplo, del cuarto al sexto grado, enseñamos kurdo, árabe e inglés. Sin embargo, debido a la falta de cuadernos, los estudiantes están usando el mismo cuaderno para los tres idiomas. No tenemos libros. Solo los maestros tienen libros en sus manos. Los estudiantes están sentados en el suelo y la escritura se dificulta".

Dijwar Ibrahim dijo que la guerra tiene un impacto muy profundo y marcado en la psicología de los niños. "La vida era pacífica en Afrin. Los hijos de Afrin no conocían la guerra de primera mano. Sin embargo, de repente estuvieron expuestos a una situación de guerra muy dura. Las escuelas fueron saqueadas, destruidas. De repente, su realidad, su vida cotidiana cambió y todo fue violencia, muerte, destrucción, dolor. Y esto inevitablemente tiene un gran impacto en la psicología de un niño. Los niños - agregó el maestro - han estado fuera de la escuela unos tres meses. Esto, por supuesto, ha causado problemas en su rutina de educación y ahora se enfrentan a dificultades y problemas para retomar una rutina de estudio, concentración, etc".

El maestro insistió: "Nuestro objetivo es tratar de levantar esta pesada atmósfera. Pasar por esta situación difícil, enfrentar el desplazamiento forzado, tener que abandonar su casa, su vida, es algo muy difícil de tratar para los niños. Siempre estamos hablando de nuestra situación durante nuestras lecciones. Estamos diciendo por qué estamos aquí, por qué nos hemos visto obligados a emigrar. Y les decimos que volveremos a Afrin y a nuestras escuelas".

Muchos niños han perdido a sus padres durante esta guerra. "Estamos llevando adelante juegos, estamos tratando de crear un entorno pacífico en el que los niños también puedan lidiar con su dolor. Hablamos mucho y también hablamos con sus familias. Hablamos sobre cómo deberían comportarse los padres en esta situación. Los niños necesitan superar progresivamente la situación de guerra".

Ibrahim finalmente pidió a las instituciones internacionales y organizaciones de la sociedad civil que ayuden a los niños de Afrin.