Los equipos de intervención de emergencia del municipio de Raqqa han completado la recuperación de los cuerpos de 25 fosas comunes en las que el ISIS había enterrado principalmente a civiles asesinados. Con los 175 cuerpos recuperados la última vez en Tal Zeidan, hasta la fecha se recuperaron 5,900 muertos de 25 fosas comunes. Sin embargo, ya se han descubierto nuevas fosas en las ciudades de Hazaima e Hiqumiya en el norte de la ciudad y en el pueblo de al-Mahmoudli cerca de Tabqa.

Yasser al-Khamis, responsable del trabajo de recuperación, informa que el trabajo avanza muy lentamente porque el ISIS ha apilado los cuerpos en las fosas comunes uno encima del otro, lo que dificulta la asignación de los huesos. Los equipos de intervención de emergencia están tratando de establecer las identidades de los fallecidos. "Se tomarán muestras de cada cuerpo para identificar los restos", indicó el responsable y agregó que "aún hay muy poca tecnología para identificar a los muertos, por lo que el proceso lleva mucho tiempo".

Los equipos ahora comenzarán el trabajo de recuperación en las fosas comunes recién descubiertas en el área alrededor de Raqqa.

Raqqa fue la ciudad que los yihadistas del ISIS proclamaron la capital de su llamado califato. También es una de las ciudades que más sufrió y fue testigo de masacres inhumanas, decapitaciones, violencia difícil de dimensionar sólo con palabras.

Las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por los kurdos liberaron la ciudad de Raqqa el 20 de octubre de 2017. Desde entonces, la ciudad ha comenzado a reconstruirse. Alrededor del 85% de la ciudad y sus infraestructuras habían sido destruidas por el ISIS, pero la destrucción más profunda tenía que ver con la vida misma. Algunos de los sobrevivientes de los años oscuros del Califato dicen que la vida se detuvo durante esos tiempos.

Sin embargo, la vida prevaleció. Y la recién declarada Administración Autónoma ha estado trabajando desde la liberación de la ciudad para reconstruirla.

Dentro del alcance de las actividades coordinadas de la Asamblea Civil de Raqqa y el Municipio Popular, se reabrieron los caminos, se comenzaron a suministrar casas y agua a los vecindarios, y se quitaron los escombros que dejó la guerra.

Con la reconstrucción de la ciudad y el desarrollo de una forma de vida libre y común, 700,000 personas que habían huido del ISIS, han regresado a sus hogares.

Con el aumento de la población, las obras de reconstrucción se aceleraron. El Municipio Popular de Raqqa anunció para quienes repararon sus casas destruidas sin permiso, se les ofrecieron asistencia para poner las casas en norma.

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