La prisión de Evin, una de las prisiones políticas más notorias de Irán, fue blanco de un ataque en Teherán.

Según fuentes locales, en la zona se oyeron fuertes explosiones y en los alrededores de la prisión se elevó una densa humareda.

El canal de noticias estatal iraní Fars publicó imágenes de una cámara de vigilancia que presuntamente muestran el impacto en una de las entradas de la prisión. Según las imágenes, se utilizó un dron o un proyectil con potencia explosiva limitada. Algunas cuentas en redes sociales informan que algunos presos resultaron heridos. Se informó que partes de la pared y el techo del ala de mujeres se derrumbaron.

Tras el ataque, las autoridades iraníes cerraron todas las entradas y salidas de la prisión. Se enviaron varias ambulancias y bomberos a la zona. Si bien el gobierno iraní aún no se ha pronunciado oficialmente sobre el incidente, las autoridades israelíes no han confirmado ni negado el ataque.

Periodistas, defensores de los derechos humanos, activistas políticos y opositores al régimen están detenidos en la prisión de Evin, conocida por sus graves violaciones de los derechos humanos.

Actualmente, hay muchas presas políticas encarceladas en Evin, entre ellas Pakshan Azizi, Warisha Moradi, Mahboubeh Rezaei y la Premio Nobel de la Paz Narges Mohammadi. Además, muchos hombres detenidos, condenados por delitos políticos, también se encuentran allí.

Construida en 1972 durante el reinado del sha Mohammad Reza Pahlavi, la prisión de Evin tenía capacidad para 300 reclusos. Tras la Revolución Islámica de 1979, se convirtió en un complejo penitenciario con capacidad para 15.000 reclusos. En la década de 1980, saltó a la palestra con denuncias de tortura y ejecuciones de opositores. Anteriormente, la prisión había atraído la atención internacional debido a numerosos incendios, disturbios y violaciones de derechos humanos.