Dilan Güvenç: “Nos enfrentamos a una constante política de asimilación antikurda”

Dilan Güvenç, de la dirección de la asociación lingüística MED-DER de Amed, habla de una política de asimilación antikurda constante, y afirma que las instituciones kurdas seguirán luchando hasta que la cultura y la lengua kurdas obtengan un estatus.

El Estado turco sigue tomando medidas masivas contra la lengua kurda. Desde 2016, innumerables asociaciones de lengua kurda han sido cerradas por decreto. Al mismo tiempo, ha aumentado la presión en todas las instituciones públicas, desde el Parlamento hasta las cadenas de televisión y las administraciones municipales, para que no utilicen el kurdo.

Se han retirado carteles, letreros e inscripciones en kurdo de los edificios y se han sustituido por otros en turco. Desde ANF hemos hablado con Dilan Güvenç, de la junta directiva de la Asociación para el Estudio de la Lengua y la Cultura de Mesopotamia (MED-DER), sobre la actual evolución de la política lingüística.

"Hoy en día está disminuyendo el número de personas que hablan su lengua materna", afirmó Güvenç. Y añadió: "Aquí vemos las consecuencias de la política de asimilación del Estado. Podemos ver cuánto ha disminuido el número de personas que hablan en su lengua materna y cuánto se ha restringido en la comunicación familiar y social. Si nos fijamos en los últimos años, podemos decir fácilmente que el Estado está llevando a cabo una política abiertamente fascista.

Especialmente después del nombramiento de fideicomisarios en los municipios que estaban en manos del pueblo, se produjo una ruptura en el desarrollo de la lengua kurda. Anteriormente, los municipios habían llevado a cabo actividades multilingües y multiculturales. Los municipios se habían comprometido con la supervivencia de esta cultura y esta lengua a través de actividades culturales. En los últimos años, sin embargo, la creciente política de asimilación de la lengua kurda ha provocado un descenso del interés por la lengua".

La muerte de una lengua significa el asesinato de una sociedad. El objetivo es destruir la sociedad kurda y privarla de su identidad.

La lingüista describió las prohibiciones lingüísticas como el medio más eficaz de asimilación y explicó: "Vemos este déficit lingüístico en quienes solicitan aprender kurdo en nuestra institución. El Estado turco debe cambiar las leyes y la Constitución en favor de la identidad kurda y la lengua kurda, es lo que espera el pueblo. Pero como la lengua kurda se habla cada día menos, la política de asimilación sigue intensificándose. Este sistema se estableció desde la fundación de la República y el Acuerdo de Lausana. Este sistema se basa en la destrucción de la lengua y la identidad kurdas. El Estado se fundó sobre el principio de una lengua, una nación, una patria. Quiere continuar con este sistema en este segundo siglo. El Estado no quiere una sociedad multilingüe y multicultural y se opone a ella. Lo considera un peligro para sí mismo. El Estado turco intenta crear hostilidad entre los pueblos a través de sentimientos nacionalistas. Esto crea un gran problema. Además, las instituciones que trabajan en la sociedad kurda están expuestas a la represión y los ataques. Como el Estado mantuvo su sistema a través del nacionalismo durante años, se produjeron masacres a gran escala. La muerte de una lengua significa el asesinato de una sociedad. El objetivo es destruir la sociedad kurda y privarla de su identidad. ¿Qué debemos hacer en esta situación? 40 millones de kurdos viven en Kurdistán y Turquía. En primer lugar, debemos aprender y hablar nuestra propia lengua. Debemos trabajar más para que el kurdo sea reconocido como lengua oficial".

Afirmando que la política de asimilación forma parte de la guerra especial, Güvenç continuó: "En el segundo siglo de la República, el pueblo kurdo debe tener un estatus. Este estatus puede lograrse mediante la lucha por la lengua. Lucharemos hasta que nuestra lengua sea reconocida como lengua oficial. En primer lugar, este sistema, que desarrolla una política de guerra y asimilación contra la lengua, debe cambiar. Mientras este sistema no cambie, continuarán la represión y las prohibiciones lingüísticas".

Si se supone que somos ciudadanos iguales de este país, ¿dónde están nuestros derechos? Queremos hablar nuestra lengua libremente.

En cuanto a la represión, la activista lingüística dijo: "Nuestras instituciones que se ocupan de la cultura y la lengua fueron tomadas por los administradores puestos a dedo por el gobierno. Esas instituciones llevaban a cabo proyectos multilingües y multiculturales. La gente utilizaba estas instituciones para aprender su propia lengua y cultura. Lamentablemente, en los últimos diez años los fideicomisarios han cerrado todas estas instituciones. El estudio de la lengua kurda se ha criminalizado. Por ejemplo, en Amed viven dos millones de personas, ¿deben estos dos millones aprender su lengua en una sola institución? El Estado debería allanar el camino a tales instituciones educativas. Si se supone que somos ciudadanos iguales de este país, ¿dónde están nuestros derechos? Queremos hablar nuestra lengua libremente, es nuestro derecho. Nuestras organizaciones están comprometidas con un sistema multilingüe y multicultural. Lucharemos hasta que la lengua y la cultura kurdas tengan estatus y estén garantizadas por la ley y la Constitución".

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