El cantante y compositor kurdo Seîd Yûsiv (Said Youssuf) fue enterrado con grandes muestras de simpatía en la ciudad siria nororiental de Qamishlo. El "Príncipe de Tembûr", como lo llaman los kurdos, o para la población de habla árabe de la región el "Príncipe de Buzuq", pasó sus últimos tres meses en un hospital de Estambul. El 26 de febrero, a la edad de 73 años, perdió su batalla contra el cáncer. Deja atrás una rica herencia musical.
Seîd Yûsiv nació en 1947 en Qamishlo. En la sociedad kurda se le considera una leyenda. Durante más de cinco décadas, el laudista estuvo comprometido con el desarrollo de la música kurda y desempeñó un papel importante en la creación de un nuevo estilo de música tradicional kurda en Siria. Se le considera el primero en tocar sabios kurdos en un Buzuq sirio y, por lo tanto, contribuyó al establecimiento de este instrumento dentro de la música kurda. Artistas como Mihemed Şêxo fueron fuertemente influenciados por él. Entre sus obras más famosas se encuentran las piezas "Qamişlo bajarê evînê", "Nêrgiz", "Kurdistan yan neman" y "Ey Newroz".
El Comité Cultural de la Administración Autónoma de Siria del Norte y del Este dijo lo siguiente sobre la muerte de Seîd Yûsiv: "Estamos profundamente apenados por la muerte de Seîd Yûsiv. El príncipe de Buzuq contribuyó de manera importante al desarrollo de la música kurda y merece un gran reconocimiento de todas las partes. Su música seguirá influyendo profundamente en la música kurda en las próximas décadas."
Durante su vida, Seîd Yûsiv deseaba ser enterrado en su lugar de nacimiento, la "ciudad del amor", como él llamaba a Qamishlo. Fue enterrado hoy en el barrio de Qudurbeg. Su cuerpo fue trasladado primero desde Estambul a Hewlêr (Erbil) en el sur del Kurdistán. Desde allí fue llevado a Rojava a través del paso fronterizo de Sêmalka.