Dr. Abbas Vali: “El desarme debe ser un resultado, no una condición”

El académico Abbas Vali afirma que el desarme solo puede lograrse tras medidas concretas del Estado turco, incluida la libertad de Abdullah Öcalan.

ENTREVISTA

El histórico llamamiento de Abdullah Öcalan a la paz y una sociedad democrática del 27 de febrero fue seguido rápidamente por el XII Congreso del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), donde se tomaron decisiones históricas respecto a la resolución democrática de la cuestión kurda. Estas decisiones del congreso siguen resonando en Turquía, el Kurdistán y la región en general, así como en el escenario internacional. La opinión pública internacional ha acogido con satisfacción el enfoque del PKK, subrayando que este paso histórico hacia una solución pacífica y democrática a la cuestión kurda debe ser tratado con seriedad por el Estado turco.

El profesor Dr. Abbas Vali, experto en Oriente Próximo ampliamente reconocido por su trabajo en la región y, en particular, con el pueblo kurdo, habló con ANF sobre su evaluación del proceso.

La primera parte de esta entrevista puede leerse aquí.

El PKK ha cumplido su objetivo.

El profesor Dr. Abbas Vali destacó la relevancia de los argumentos del Sr. Öcalan sobre el fin de la lucha armada. Vali afirmó: “La lucha armada contra Turquía ha superado su propósito original y ha llegado a su fin. Tenía un objetivo claro, y el PKK ya lo ha logrado. Esta lucha armada podría continuar durante mucho tiempo, pero no beneficiaría ni a los kurdos ni al Estado turco. Ni los turcos, ni el PKK, ni el movimiento kurdo en general pueden ganar esta guerra por la vía militar. Incluso si continúa otros 20 años, ningún bando saldrá victorioso. Tampoco debemos olvidar que la dinámica geopolítica en Oriente Próximo ha cambiado, y estos cambios exigen nuevas respuestas”.

El desarme no puede ser una condición previa para la paz.

El académico Vali afirmó que, si bien existe un compromiso claro y creciente entre los kurdos para participar en un proceso político civil y democrático, el Estado turco no ha adoptado medidas acordes con el espíritu de este proceso. Añadió: “Ahora existe una mayor disposición y aceptación entre los kurdos para participar en una política pacífica y democrática. La parte kurda ha realizado muchos esfuerzos, pero estos no han sido correspondidos por el gobierno. Desde mi punto de vista, detener la lucha armada y el desarme son dos conceptos distintos. La lucha armada puede suspenderse, y esto es, de hecho, lo que se ha hecho. Pero el desarme, es decir, la dejación total de las armas, es algo completamente diferente. El desarme debería ser el resultado de las negociaciones, no un requisito previo. El Estado turco insiste en el desarme como condición para iniciar las negociaciones, medidas como la apertura de un proceso político y su legitimación dentro de un nuevo marco. En mi opinión, pedir el desarme sin ningún compromiso por parte del Estado turco, como requisito para iniciar un proceso político, es una estepa”.

El Estado turco debe tomar medidas concretas.

El profesor Dr. Abbas Vali enfatizó que el desarme debe estar vinculado a compromisos específicos del Estado turco, incluyendo la libertad del Sr. Öcalan. Afirmó: “Como mencioné, el razonamiento detrás del cese de la lucha armada es válido. Sin embargo, el siguiente paso en este proceso, el desarme, requiere compromisos claros del Estado. Estos incluyen la liberación de Abdullah Öcalan y el inicio de un verdadero proceso político”.

El movimiento debe ser preservado.

El Dr. Abbas Vali también subrayó la vital importancia de continuar la lucha política incluso si el Movimiento de Liberación Kurdo pone fin a su resistencia armada. Hizo hincapié en la necesidad de salvaguardar el propio movimiento: “El movimiento es más importante que la ideología. Es más importante que cualquier otro factor. El movimiento debe ser preservado. En las condiciones actuales, el objetivo estratégico del movimiento kurdo en Turquía debería ser garantizar su protección. Incluso si se convierte en una estructura puramente política, esa prioridad debe mantenerse inalterada. El movimiento debe ser protegido a toda costa.

Sin el movimiento, ni el líder ni la ideología conservan su significado. La máxima prioridad ahora mismo debe ser salvaguardar el movimiento. Y para lograrlo, se necesita un nuevo y más efectivo proceso de negociación con el Estado. Es necesario persuadir al Estado para que genere soluciones políticas positivas. Nos encontramos en una nueva fase política. Nuevas iniciativas diplomáticas están en marcha, y el movimiento kurdo está entrando en un período de reorganización y reconstrucción. Esta nueva situación también impone una nueva responsabilidad al liderazgo del movimiento (Abdullah Öcalan): la transición de una estructura militar a una política es una de las tareas más difíciles de la política. Lo hemos visto en Sudáfrica, Vietnam y otros lugares. Por lo tanto, para lograr una transición exitosa de una organización político-militar a una política dentro de Turquía, el movimiento primero debe reestructurarse. El propósito principal de esta reestructuración debe ser preservar el movimiento. Como dije: nada es más importante que este movimiento”.

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