“Kobane”, a pesar de todo, no tenía que ser un documental. Pero a medida que el equipo fue conociendo la ciudad y su gente, fue tomando forma. Como dice un joven director de la Comuna de Cine de Rojava, del que el documental es uno de sus proyectos protagonistas, “trata de explicar una historia, antes de mostrar a nuestros personajes”. Con el equipo que ha grabado el trabajo audiovisual han pasado diversas cosas sobre el terreno, desde el periodismo que no busca la inmediatez ni el sensacionalismo, hasta el periodismo que escucha, ve y aprende.

Este documental llega cuando se cumplen diez años de la reputada revolución de Rojava. Desde el 2012, el norte y este de Siria ha visto una serie de cambios sociales que le han impulsado a ser un territorio pionero dentro de Oriente Medio. Una década más tarde, toda una generación ha crecido con unos valores -liberación de la mujer, ecología social y democracia radical-, completamente opuestos a los que, a fin de cuentas, promueve el gobierno de Bashar Al Assad.

No obstante, en la ciudad de Kobane encontramos realidades muy diversas; desde las que siguen los cánones sociales con fervor, hasta las que piensan en emigrar a Europa. A través de las historias de vida de Zilan y Hussein conectamos con la realidad de diversos jóvenes, sus temores y sus anhelos; recorremos los escenarios en los que tuvo lugar la guerra contra Estado Islámico (ISIS) y las posteriores masacres contra la población civil.

El documental es un homenaje a Kobane, una ciudad que atrajo las cámaras de todo el mundo durante la guerra, pero adonde pocas han vuelto para comprobar lo que ha quedado después.

“No queremos que Kobane siga siendo tan solo conocida por la guerra”, dice Zilan Hemo, una de las protagonistas del documental. Esta escritora de 24 años nos abre las puertas de su casa para explicarnos lo que representa la contradicción de estar viviendo una revolución y, a la vez, poder morir en cualquier momento.

Pero es así, la guerra en Rojava continúa. Este año se han intensificado los ataques de Turquía, que sigue flagelando a la población civil, ante la pasividad de Rusia, también presente en la zona. Estos son algunos de los temas que el documento intenta explicar, a pesar de la complejidad geopolítica que rige la región.

El documental ha sido producido, con el apoyo de la dirección, por el colectivo Cámara Negra. Este colectivo ha producido los documentales “Ecos del desgarro” (2015), sobre los inicios de la revolución en Siria, y “Tierra y Kurdistán” (2018), que se centra en la realidad del Kurdistán turco y sirio justo después de la liberación de Kobane. “Kobane, Aixecar-se” ha querido dar continuidad al seguimiento que el colectivo realiza del proceso que vive Kurdistán.

El documental se proyectó en octubre pasado en ciudades como Bogotá, Bilbao, Vic, Barcelona, Hamburgo o Bruselas. En noviembre, fue invitado a la Mostra de Cinema de la Mediterrània y el Llevant del Cinebaix, en Sant Feliu de Llobregat.

FUENTE: Directa / Traducido por Rojava Azadi Madrid