La Comuna Internacionalista de Rojava ha publicado un artículo para presentar el centro cultural y artístico de Dêrik.
El centro, escribe la Comuna, "abrió sus puertas a los internacionales, de visita, para presentar su sede y su objetivo, que es la defensa del arte y la cultura.
Ofrece un espacio para que los grupos musicales, y en particular los grupos dengbêj (el estilo tradicional kurdo de canto), ya sean adultos, niños o ambos, practiquen su arte. También alberga ceremonias, y la sala principal puede ser utilizada para eventos específicos por familias o comunidades".
Allí hay instrumentos musicales disponibles, añade la Comuna, "entre los que se encuentran numerosos saz o tanbur, el tradicional instrumento de cuerda kurdo. También se imparten clases de música, con clases de diferentes niveles. Y el centro está abierto a todo aquel que quiera desarrollar una práctica de la música o el arte en general. Si un número suficiente de personas lo piden, se abrirá una clase".
El artículo continúa: "El centro organiza conciertos en Dêrik y en cada pueblo de los alrededores, donde todos están invitados a escuchar las bandas de música tradicional (a veces modernizadas mediante sintetizadores) con el fin de preservar la memoria cultural de la gente, y como una forma de conseguir que la gente se interese y se involucre en su propia cultura, y tal vez empezar a aprender un instrumento o tomar clases de dengbêj.
Otro aspecto del centro cultural es la conservación del arte y la cultura tradicional. Para ello, cuentan con un enfoque sistemático de filmación y grabación de todos los elementos de la cultura que se han conservado, principalmente canciones y danzas, para archivarlas para las generaciones futuras. Así que de la misma manera que se organizan los conciertos, los miembros del centro van a cada pueblo para grabar el dengbêj local, cuando él o ella todavía existe, ya que es una práctica que no se limita al género. Esto fue una especie de descubrimiento para los miembros del centro, ya que la representación del dengbêj tradicional es que sea una práctica dominada por hombres o incluso exclusivamente masculina, pero al encontrarse con mujeres dengbêj en los pueblos aprendieron que este no era el caso. De hecho, en algunos pueblos o barrios, las mujeres se reúnen para cantar viejas canciones tradicionales. También se descubrió que existen varios tipos de dengbêj: pueden especializarse en el amor, la historia o la naturaleza".
El artículo añade: "Hacer hallazgos como este es como encontrar una mina de oro, en el campo de la preservación de la cultura. Así que el centro cultural va ahora de pueblo en pueblo, llamando a las puertas de la gente, para encontrar todas estas prácticas y canciones existentes, con este conocimiento que a veces es compartido espontáneamente por la gente misma cuando el centro está de gira, con personas mayores que se acercan a ellos para hablarles de sus recuerdos de los cantos y bailes que tradicionalmente sucedían en el pueblo. El centro cultural intenta grabar estas voces antes de que se desvanezcan y desaparezcan, lo que desgraciadamente ya ha ocurrido en algunos lugares.
Lo mismo ocurre con los textiles y otras artes, la misión del centro es encontrar todo el conocimiento cultural tradicional y hacer un seguimiento de él, grabando por ejemplo las técnicas de costura en videos. Y en esta obra, acogen a todas las culturas, sin limitarse a la kurda".
Al final del artículo, la Comuna escribe: "Podemos ampliar nuestra comprensión de este trabajo, que no es sólo para defender el arte y la cultura, sino también para luchar contra el genocidio cultural que las fuerzas imperialistas están imponiendo a las culturas locales. Mantener vivos el canto tradicional y la interpretación de instrumentos es un mecanismo de autodefensa".