Çelik: “Los presos están decididos a ayunar hasta que el aislamiento termine”

La co-presidenta de TUHAY-DER, Esin Çelik, habla de la huelga de hambre iniciada recientemente por los presos en las cáceles turcas y advierte que hay graves riesgos y que se deben tomar las medidas adecuadas.

La huelga de hambre de los presos contra el aislamiento en Imrali deja tras de sí 52 días de resistencia. Esta acción, llevada a cabo por miles de presos, exige el fin del aislamiento impuesto contra el líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan y el fin de las violaciones de los derechos en las prisiones. Los presos también exigen que se libere a los reclusos enfermos.

Hablando con ANF, la co-presidenta de la Asociación en Solidaridad con las Familiares de los Detenidos y los Condenados (TUHAY-DER), Esin Çelik, ha explicado que los presos han enviado un mensaje diciendo que la acción continuará hasta que se acabe con el aislamiento. “La huelga de hambre continuará hasta que se acabe con el aislamiento, pero no se están tomando medidas a través de los canales oficiales. Al contrario, se están aplicando sanciones. Las celdas donde se encuentran los presos son asaltadas por soldados que vienen de fuera, pero a los presos se les niegan las visitas de sus familiares. Los artículos que compran en la cantina son confiscados, utitlizan cualquier excusa para imponerles medidas disciplinarias”.

Recordando que la huelga de hambre acaba de ser asumida por el 11º grupo de presos, Çelik añadió: “Los presos están en huelga de hambre por grupos durante cinco días. Hasta ahora ha continuado así, pero no sabemos cómo evolucionará si no se establece un diálogo. Hay prisiones como la de Karabük donde todo un pabellón está luchando contra el coronavirus, pero no hay información clara sobre los problemas de salud causados por las huelgas de hambre. Las instituciones sanitarias acaban de formar un comité de seguimiento relacionado con esto”.

Çelik continuó: “En los próximos días, conoceremos el estado de salud de los presos gracias a las conversaciones realizadas con ellos. Pero nos enfrentamos a una situación nueva en la que muchos presos ya salieron graves de otra huelga de hambre. Estos efectos pueden surgir incluso después de varios años. Por eso hay quienes aún no se han recuperado. Se corre un riesgo serio. A pesar de ello, los presos han expresado su determinación a continuar y piden un aumento de la solidaridad desde el exterior en los mensajes que nos transmiten a través de sus familias”.