Şemsixan Ertunç tiene a sus cinco hijos en prisión
Şemsixan Ertunç vive en Hakkari con su nuera y un nieto. Tiene cinco hijos, todos ellos en cárceles turcas. "El Estado me debe cinco hijos", dice, "me han robado la vida".
Şemsixan Ertunç vive en Hakkari con su nuera y un nieto. Tiene cinco hijos, todos ellos en cárceles turcas. "El Estado me debe cinco hijos", dice, "me han robado la vida".
Şemsixan Ertunç ha pasado los últimos doce años de su vida viajando de un lado a otro de las cárceles de diferentes ciudades de Turquía para visitar a sus cinco hijos encarcelados. Vivía con su marido Ahmet y sus cinco hijos Fırat, Murat, Recep, Ali y Ferhat en la provincia kurda de Hakkari. La vida de la familia Ertunç empezó a cambiar drásticamente a medida que todos sus hijos eran enviados a prisión.
"Primero me quitaron a Fırat, que estuvo cinco años en la cárcel. Luego lo pusieron en libertad, pero lo volvieron a detener por resistirse en favor del autogobierno y le cayeron 16 años de cárcel", explica Ertunç a Yeni Özgür Politika. "Dos meses después de la detención de Fırat, mi otro hijo Murat fue condenado a 21 años de cárcel y cuando lo visitamos en la prisión de Muş, mi otro hijo Recep fue detenido. Un fiscal le tomó declaración y lo envió a prisión antes de que pudiera defenderse en el tribunal. Recep fue condenado a seis años y medio de prisión y a ocho años y medio más en base a la declaración de un testigo anónimo."
Fırat y Murat llevan diez años en prisión, y Recep ocho. Durante esos años, el otro hijo de Ertunç, Ali, también fue detenido por cargos de terrorismo basados en la declaración de un testigo anónimo en su contra. Su hijo menor, Ferhat, fue enviado a prisión cuando sólo tenía 13 años. "Fue enviado a la prisión de Sincan, en Ankara. Nunca hemos podido verlo. Lo torturaron y la tortura se publicó en los medios de comunicación. Lo condenaron a trece años de prisión", dijo.
Los cinco hermanos, condenados a un total de 80 años de prisión, están recluidos en tres prisiones diferentes en Amed (Diyarbakır), Van y en Tekirdağ, en el noroeste de Turquía. Şemsixan Ertunç resume su situación con las siguientes palabras: "Tengo cinco hijos y los cinco están en prisión. Llevo doce años recorriendo las calles hasta llegar a estas prisiones. Me siento encerrada como mis hijos, la vida se ha convertido en una cárcel también para mí. Por eso resisto, como ellos resisten en las cárceles".
Tres de sus hijos están actualmente en huelga de hambre, iniciada por los presos políticos kurdos el 27 de noviembre de 2020. Todos sus cinco hijos participaron en la anterior gran huelga de hambre iniciada por la política kurda Leyla Güven en noviembre de 2019. Ali y Ferhat sufren problemas de salud irreversibles debido a la primera huelga de hambre.
Şemsixan Ertunç perdió a su marido Ahmet por un ataque al corazón en 2020. "Tenía un compañero. Resistimos juntos y nos apoyamos mutuamente, pero el corazón de mi marido ya no podía soportar este dolor", dice.
Cuando Ahmet Ertunç perdió la vida, ninguno de sus cinco hijos tuvo permiso para despedirse de su padre. Sólo hay una foto en la que aparecen el padre y sus cinco hijos, e incluso esa foto fue tomada en prisión.
"El Estado me debe cinco hijos", dice Şemsixan Ertunç. "Me robó la vida, me quitó a mis hijos y a mi marido, me dejó sola. No son sólo mis hijos, todos los kurdos están en prisión. No fui a la escuela y no sé escribir ni leer, pero sé lo que sufren los kurdos, conozco su situación. Cada vez que visito la cárcel, aprendo algo nuevo".