La presa política Didem Akman lleva 203 días en ‘ayuno de muerte’ demandando ser transferida de la prisión cerrada de mujeres de Şakran a la prisión de Sincan. La abogada Seda Şaradı ha visitado a Akman en el hospital estatal Yesilyurt, en Izmir, donde su cliente se encuentra en detención forzosa desde el 3 de septiembre. Tras la visita, la abogada habló con ANF y explicó que Akman tiene dificultades para hablar en tanto que las heridas de su boca han aumentado, y que también está experimentando problemas de oído y de visión y le cuesta mantenerse en pie.

La abogada dijo que la petición de su cliente de tener un acompañante no ha sido aceptada, y ha añadido que su madre sólo podrá ir a verla dentro de tres días.

Akman fue condenado a una sentencia de cadena perpetua agravada y su demanda, dijo el abogada, es muy sencilla y asequible. Akman lleva presa desde 2008. Fue deportada de la prisión de Sincan a la prisión cerrada de mujeres de Şakran en 2016. Durante los últimos años, ha permanecido recluida en una celda utilizada para sanciones disciplinarias. Şaradı dijo que de acuerdo a la ley, un prisionero o convicto sólo puede ser mantenido en esas celdas durante 20 días.

Cuando Akman presentó una petición pidiendo ser transferida de nuevo a la prisión de Sincan, su solicitud fue rechazada sobre la base de que “tenía un castigo disciplinario”. Como su petición no fue procesada por la administración de la prisión, inició una huelga de hambre radical, conocida como ‘ayuno de muerte’.

Şaradı subrayó que lo que su cliente pide es que se respeten sus derechos: “Está exigiendo algo que está establecido por la ley”.