A pesar de haber cumplido su condena, la puesta en libertad de Ali Şen, preso enfermo de la cárcel de tipo T nº 2 de Yozgat, se ha aplazado por quinta vez porque no ha mostrado «remordimientos».

Detenido en Mersin en 1993, Şen fue condenado a cadena perpetua por el Tribunal de Seguridad del Estado (DGM) bajo la acusación de «perturbar la unidad e integridad del Estado» tras días de severas torturas.

Şen cumplió los 30 años de su condena el 12 de julio de 2023.

Sin embargo, el Consejo de Administración y Vigilancia Penitenciaria (IGK) aplazó cinco veces la puesta en libertad de Şen por motivos como «no mostrar remordimientos» y «no abandonar la organización». A pesar de sus numerosas enfermedades, Şen no fue puesto en libertad, sino que fue deportado a Malatya, Yozgat, Konya, Silifke, Eskişehir, Tarso y finalmente a Yozgat una vez más hace 2 años.

Llamamiento a la sensibilidad

Ismail Şen, hijo del preso enfermo, dijo: «Mi padre no sale en libertad porque no aceptó la imposición del arrepentimiento. Si algo le ocurre a mi padre en la cárcel, el fiscal y la administración penitenciaria serán los responsables. Una vez más, se castiga tanto al preso como a su familia. Mi padre es un preso enfermo y necesita ser liberado y tratado lo antes posible. La puesta en libertad de mi padre se ha aplazado esta vez 3 meses y 20 días. Pedimos a todas las organizaciones de la sociedad civil sensibles y a la opinión pública que se unan en torno a los presos enfermos y a los presos cuya liberación se ha impedido y que digan basta a esta crueldad.»