Asesinada una solicitante de asilo transgénero en Guatemala

La muerte de una solicitante de asilo transgénero en Guatemala pone de relieve el aumento de los riesgos y las necesidades de protección de la comunidad LGBTI.

La muerte violenta de una solicitante de asilo transgénero en Guatemala la semana pasada pone de manifiesto la necesidad de que se conceda una protección efectiva a las personas que se ven obligadas a huir de sus países, incluyendo a los miembros de la comunidad LGBTI, ha instado este jueves ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.

A pesar de la pandemia de la Covid-19 y las restricciones de movimiento relacionadas con ella, la violencia y la persecución contra las personas por su género y orientación sexual sigue sin disminuir.

La solicitante de asilo de 27 años de edad, cuyo nombre no se ha revelado para proteger a su familia, huía de la violencia de género y la persecución por parte de bandas en su país natal, El Salvador, y había solicitado asilo en Guatemala en 2018.

“Expresamos nuestras profundas condolencias a la familia y a los seres queridos de esta mujer que estaba tratando de reconstruir su vida en Guatemala después de haberse visto obligada a huir de su país debido a la violencia y la persecución”, dijo Giovanni Bassu, Representante Regional del ACNUR para América Central y Cuba.

ACNUR ha instado a los Estados a que lleven ante la justicia a los responsables de delitos contra las personas con motivo de su género y orientación sexual, y a que adopten medidas decisivas para prevenir futuros delitos de esa índole. En El Salvador, tres policías fueron condenados a 20 años de prisión la semana pasada por el asesinato de Camila Díaz Córdova. Se trata de la primera condena en El Salvador por el homicidio de una persona transgénero.

ACNUR también reiteró su llamamiento a los gobiernos para que velen por que todos aquellos que no puedan recibir esa protección en sus países tengan acceso sin trabas a procedimientos de asilo completos y justos, de conformidad con el derecho internacional.

En el norte de América Central, las personas transgénero suelen ser objeto de brutales acosos y violencia, especialmente por parte de bandas criminales. Según un informe de 2019 de la organización salvadoreña LGBTI y el asociado de ACNUR COMCAVIS Trans, la mayoría de las personas LGBTI –y en particular las mujeres transgénero– suelen ser desplazadas a la fuerza de su propio país, escapando de las amenazas de las bandas, los intentos de asesinato y la violencia física y sexual. Muchas de ellas suelen soportar años de violencia y persecución antes de buscar asilo en otros países.

ACNUR se muestra alarmada ante el incremento de los riesgos de violencia a consecuencia de la pandemia de la Covid-19. De las 160 personas asistidas por COMCAVIS Trans desde el comienzo de la pandemia, 79 se han visto obligadas a huir de la persecución y las amenazas de las bandas.

Además se ha documentado un incremento de la violencia sexual y de género durante los estrictos confinamientos en toda la región, y las personas LGBTI de América Central han tenido un acceso limitado al apoyo.