Hablamos con el presidente de la Asociación de Derechos Humanos (IHD) en Ankara, Fatin Kanat, sobre la huelga de hambre en las prisiones turcas contra el fin del aislamiento en Imralı. Kanat subraya que la protesta suma 127 días, y que ha entrado en un estadio crítico.

El presidente de la Asociación de Derechos Humanos (IHD) en Ankara, Fatin Kanat, ha hablado con ANF sobre la huelga de hambre en las cárceles turcas contra el fin del aislamiento en Imralı.

Kanat ha dicho que la huelga de hambre suma ya 127 días, y que ha alcanzado un periodo crítico. Además ha denunciado que el gobierno del AKP-MHP no cumple con las leyes ni con las convenciones de las que forma parte.

El gobierno no busca soluciones

Kanat ha declarado: “Hay violaciones de derechos humanos en muchos países. Pero Turquía, con la guerra en Oriente Medio, comete violaciones mucho mayores. En muchos países del mundo se lidia con las huelgas de hambres de distintas formas, generalmente escuchando las demandas de los activistas. Pero Turquía viola incluso sus propias leyes. Los activistas en huelga de hambre están entrando en una fase crítica de su protesta, que ya suma 172 días”.

Señalando que el gobierno parece no tener intención de trabajar por una solución, Kanat ha señalado: “El primer objetivo de la huelga de hambre son las prácticas arbitrarias llevadas a cabo en Imralı. La sanción y el aislamiento impuestos al señor Öcalan y a otros presos en Imralı no tienen ninguna justificación legal. Paralelamente a las reivindicaciones sobre Imralı, la huelga de hambre tienen como objetivo las graves violaciones de derechos llevadas a cabo en todas las demás prisiones turcas. Tenemos alrededor de 1.605 presos enfermos y tratamos de vigilarlos y hacerles un seguimiento en todo momento. En general, el estado del país no es bueno, pero el estado de las prisiones es deplorable. Especialmente después del Acuerdo de Dolmabahçe, el Estado parece no tener ninguna intención de trabajar por una solución de la cuestión kurda, pero lo peor es que ni siquiera cumple y respeta sus propias leyes ni las leyes y convenios internacionales que ha firmado”.

Reacciones en Europa

Kanat ha criticado una postura “hipócrita” de Europa en lo que se refiere a los derechos humanos. “Europa tiene una actitud comprensiva y complaciente con Turquía por su interés en mantener a los refugiados lejos de sus fronteras. Estamos profundamente preocupados con este enfoque. Los defensores de los derechos humanos nos avergonzamos de la humanidad”.

Y ha agregado: “Exigimos al Estado que cumpla sus propias leyes, que abandone cuanto antes las violaciones de los derechos humanos y que advierta a las instituciones, a los representantes y a los trabajadores que cometan errores en este sentido. El camino es sencillo: acabar con el aislamiento impuesto en Imralı y abandonar esta política de represión. Esta es la solución más lógica ante las huelgas de hambre. No nos parecen bien las huelgas de hambre porque suponen un riesgo para la vida de quienes las realizan, pero respetamos su voluntad y su lucha. Seguimos haciendo todo lo posible para sensibilizar a la opinión pública y conseguir un resultado positivo”.

Describiendo la cuestión kurda como un asunto clave, Kanat ha añadido: “La cuestión principal es claramente la cuestión kurda. Si no se resuelve, si no se toman las medidas adecuadas, no se podrá resolver el problema de los refugiados, el de los derechos humanos y el de la democracia. Todos estos problemas están conectados y por eso la economía está tocando fondo. El proceso de la epidemia de la Covid-19 se utiliza como instrumento de las políticas del Estado para aumentar las violaciones de los derechos humanos. No dejaremos de luchar contra esto y para que la paz, la democracia y los derechos humanos prevalezcan”.