Aumenta la ofensiva israelí en Gaza contra Rafah
27.947 muertos en la Franja de Gaza, en su mayoría mujeres, niños y jóvenes, según el Ministerio de Sanidad palestino.
27.947 muertos en la Franja de Gaza, en su mayoría mujeres, niños y jóvenes, según el Ministerio de Sanidad palestino.
Tras 126 de ofensiva israelí contra la Franja de Gaza, el Ministerio de Sanidad palestino ha anunciado el nuevo balance de muertos: 27.947, en su mayoría mujeres, niños y niñas. Sólo en las 24 horas han sido asesinadas 107 personas.
El número de heridos asciende a 67.459 desde el comienzo de la guerra.
Ofensiva contra Rafah, donde se concentra gran parte de la población palestina
Tras cuatro meses de una durísima ofensiva bélica marcada por continuadas y reiteradas violaciones de los derechos humanos e internacionales, buena parte de la población palestina ha quedado recluida en Rafah. Después de bombardear todo el norte de la Franja de Gaza, la población se desplazó hacia el sur. En un principio, Israel se escudó en que el gran número de asesinatos de civiles era debido a que la gente no abandonaba el norte de la Franja de Gaza a pesar de sus advertencias. Sin embargo, después de bombardear el norte de la Franja y concentrar a toda la población el sur, Israel comenzó a bombardear el sur.
Concretamente, Israel ha intensificado sus ataques en Rafah. Más de la mitad de la población de la Franja de Gaza ha huido a Rafah, ciudad situada en la frontera con Egipto, prácticamente cerrada, y principal punto de entrada de la ayuda humanitaria.
Egipto ha advertido de que cualquier operación terrestre allí o un éxodo masivo a través de la frontera pondría en peligro los 40 años de historia del antiguo acuerdo de paz con Israel.
Según el hospital kuwaití, al menos 13 personas murieron en Rafah en los bombardeos israelíes después de que ayer el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunciara que ampliarían la ofensiva en el sur de Gaza.
El Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos afirmó que existía riesgo de "crímenes de guerra" debido a la alta densidad de población que se encuentra allí. "La destrucción masiva de bienes, no justificada por necesidades militares y llevada a cabo ilegalmente y sin provocación, equivale a una grave violación del Cuarto Convenio de Ginebra y a un crimen de guerra", declaró el Comisario de Derechos Humanos, Volker Türk.
Las organizaciones humanitarias internacionales han advertido de que una operación de envergadura en Rafah empeoraría lo que ya es un desastre humanitario.
Esfuerzos de un alto el fuego
Estados Unidos, Qatar y Egipto afirman que están intentando negociar un nuevo acuerdo de alto el fuego para garantizar la liberación de los rehenes restantes cautivos por Hamás. Para ello, Hamás exige el fin de la guerra, la retirada total de Israel de Gaza y la liberación de cientos de presos palestinos, entre ellos destacados activistas.
Benjamin Netanyahu tachó el martes estas exigencias de "delirios" y afirmó que Israel nunca aceptará un acuerdo que otorgue a Hamás el control total o parcial del territorio que gobierna desde 2007.
Sin embargo, el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, de visita en la región, afirmó que aún era posible llegar a un acuerdo y que las negociaciones continuarán. Esto se consideró la última señal de una creciente división entre Estados Unidos e Israel, dos estrechos aliados, sobre el camino a seguir. El primer ministro israelí está sometido a una presión cada vez mayor por parte de las familias de los rehenes y de la opinión pública, aunque para ello tenga que llegar a un acuerdo con Hamás. Una delegación de Hamás viajó el jueves a El Cairo para proseguir las conversaciones.
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