La copresidenta del DTK y diputada del HDP por Hakkari Leyla Güven inició la resistencia a la huelga de hambre para exigir el fin del aislamiento del representante del pueblo kurdo Abdullah Öcalan.

A la resistencia se unieron miles de prisioneros y activistas en Europa, Kurdistán, Turquía y Canadá.

En Turquía y Kurdistán, los presos se declararon en huelga de hambre indefinida el 1 de marzo. Más de 7.000 prisioneros están ayunando y sufren continuos hostigamientos y ataques.

Una de las cárceles donde se han experimentado represión y ataques es la cárcel Silivri No. 5 de Estambul. Alrededor de 200 presos del PKK están en huelga de hambre para exigir el fin del aislamiento.

El primer grupo de huelguistas ha llegado al día 132 de ayuno, mientras que los otros presos se han unido a la resistencia el 1 de marzo.

Los prisioneros están exponiendo las presiones y violaciones a las que están sometidos, a través de sus familias. Están particularmente preocupados por la situación de salud de algunos de sus compañeros en huelga de hambre.

Se informaron algunas hemorragias y pérdida de memoria, así como limitación del movimiento. A los presos no se les permitía tener ninguna comunicación entre ellos en los diferentes pabellones y no podían obtener información sobre la salud de algunos de los huelguistas de hambre.

Les han prohibido ver la televisión, escuchar la radio y leer los periódicos y las revistas, dijeron los presos. Las familias confirmaron que cada vez es más difícil obtener información y noticias sobre sus familiares.