Una joven pareja iraní ha sido condenada a diez años y medio de cárcel por grabar un vídeo de un baile. La Agencia de Noticias HRANA, con sede en Estados Unidos, informó de que el llamado Tribunal Revolucionario de Teherán acusó a los dos, que tienen poco más de 20 años, de atentar contra la seguridad nacional, y los declaró culpables de propagar la depravación.
Astijazh Haghighi, de 21 años de edad, y su prometido Amir Mohammad Ahmadi, de 22, fueron detenidos a principios de noviembre. Un vídeo mostraba a ambos bailando al son de música romántica y a Haghighi sin pañuelo en la cabeza frente a la Torre de la Libertad de la capital. Ambas cosas están prohibidas en público en Irán.
No se permitió la presencia de la defensa en su juicio, informó HRANA citando fuentes cercanas a las familias de los condenados. Haghighi, que tiene cerca de un millón de seguidores en Instagram, habría sido trasladada a la tristemente célebre prisión de mujeres de Gharchak (Qarchak), cerca de Teherán. Las condiciones de reclusión en esta prisión son denunciadas periódicamente por organizaciones de derechos humanos.
En Irán, sobre todo los jóvenes protestan desde mediados de septiembre contra el régimen autoritario clerical-fascista de los mulás. Bajo el lema "Jin, Jiyan, Azadî" (mujer, vida, libertad), exigen un cambio de sistema. El detonante de las protestas fue el asesinato de la kurda Jina Mahsa Amini bajo custodia policial. La joven de 22 años natural de la ciudad de Seqiz fue detenida por la llamada policía de la moralidad por violar los códigos de vestimenta islámicos, y fue golpeada hasta la muerte en una comisaría de Teherán.
El clero gobernante está reprimiendo brutalmente la revolución "Jin, Jiyan, Azadî". HRANA calcula que al menos 527 manifestantes han sido asesinados a manos de las fuerzas del régimen iraní desde que comenzaron las protestas, entre ellos más de 70 niños y niñas. Además, hay al menos 19.600 personas detenidas, más de un centenar de ellas acusadas de delitos que, según la legislación islamista iraní, podrían ser castigados con la pena de muerte. Al menos cuatro manifestantes ya han sido ejecutados en relación con el movimiento revolucionario.